6-10-2022 / La primera fase constará de 41 viviendas en las que se realojarán familias residentes que actualmente viven en edificios del entorno en condiciones de habitabilidad precarias
Las nuevas viviendas en el ámbito de la prisión de Trinitat Vella, en el distrito de Sant Andreu, se han empezado a construir este mes de octubre, en unas obras que permitirán levantar la primera fase de uno de los dos bloques de vivienda pública donde se realojarán las familias residentes en los edificios afectados por la renovación urbana del ámbito, una actuación que lleva más de 20 años esperando el vecindario.
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La primera fase del proceso constará de 41 viviendas en las que se realojarán familias residentes que actualmente viven en edificios del entorno en condiciones de habitabilidad precarias.
En los próximos meses tendrán lugar las obras del segundo bloque, de 53 viviendas, y una vez se derribe la cárcel, se completará la segunda parte del primer bloque, con otras 35 viviendas.
En total, el Instituto Municipal de la Vivienda y Rehabilitación de Barcelona (IMHAB) construirá con estas promociones 129 viviendas para las familias, que tendrán que realojarse.
La construcción de estas viviendas permite avanzar en la reparación de un agravio histórico para el vecindario del barrio, olvidado durante muchos años. Después de mucho tiempo de no resolverse el futuro del ámbito de la cárcel de Trinitat Vella, el gobierno municipal ejecuta esta promoción de viviendas, que permitirán realojar al vecindario tras la firma del convenio de prisiones.
Estas obras llegan tras el acuerdo entre el Ayuntamiento y la Generalitat en 2021 para reanudar el traslado de las antiguas prisiones de Wad-Ras y Trinitat Vella hacia la Zona Franca. La cesión de los dos solares para la construcción de los nuevos equipamientos había quedado detenida por la aparición de restos de metales pesados en el subsuelo de las parcelas que el Ayuntamiento se comprometió a ceder a la Generalitat.
La prisión de la Trinidad se inauguró en 1964, y durante sus 57 años de historia, se ha adaptado a diversos usos: primero, para mujeres; después, para jóvenes; y, por último, como centro abierto. Desde 2009, está parcialmente derribada.
Ahora que los terrenos de prisión son del Ayuntamiento de Barcelona, se ha podido iniciar la construcción de una fase inicial de las viviendas para las personas afectadas por el proceso de realojamiento. En sucesivas fases, y acondicionado en el momento del traslado del Centro Penitenciario, se construirá el resto de inmuebles previstos en la parcela de prisión y entornos, que supondrá un total de 410 viviendas de protección oficial.
Por otra parte, esta actuación se enmarca en la modificación del Plan General (MPGM) del ámbito, que desarrolla un conjunto de techo de 35.920 m2. Aproximadamente un 90% de este techo se destina a viviendas y un 10% a locales comerciales.
El conjunto de techo destinado a actividades residenciales es de 32.560 m2, dando lugar a 407 viviendas con una dimensión media de 80 m2. Aparte, existen 2.000 m2 que corresponden a la Vivienda Dotacional, que corresponden a aproximadamente 36 viviendas dotacionales. En total, la transformación prevista en todo este ámbito prevé llegar a unas 450 viviendas.