13-7-2022 / El Zoo de Barcelona da un paso más para avanzar en su nuevo modelo basado en la preservación de la biodiversidad y la divulgación. Esta semana han comenzado los trabajos de derribo del antiguo Aquarama, una instalación inaugurada en 1968 y que está inoperativa desde 2015.
Las labores de desmontaje del antiguo Aquarama tendrán una duración de cuatro meses y cuentan con un presupuesto de cerca de 365.000 euros. Los trabajos se realizarán procurando en todo momento el mínimo impacto acústico y ambiental, garantizando así el bienestar de los animales del Zoo. Esto será posible gracias al uso de una cizalla que arrancará los trozos de hormigón, sustituyendo la clásica máquina neumática de demolición y evitando ruidos y vibraciones.
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Reserva de animales
El nuevo modelo de zoo tiene entre sus objetivos la transformación de buena parte de las instalaciones para hacer de este equipamiento un centro de preservación de la biodiversidad que contribuya activamente a la conservación, investigación científica y divulgación hacia la fauna salvaje y sus hábitats naturales. Por eso en el espacio que deje libre el antiguo Aquarama se ubicará una reserva de animales.
Este nuevo equipamiento, que se empezará a construir en otoño de 2023 y estará listo en verano de 2024, será el espacio que irá acogiendo las especies del Zoo que, provisionalmente, se vean afectadas por las obras de mejora previstas para los próximos años. Su construcción está presupuestada con 800.000 euros.
Espacio adaptado a las necesidades de cada especie
La futura reserva de animales pondrá en el centro la salud y bienestar animal, garantizando en todo momento sus necesidades. Ocupará unos 3.500 m2 y contará con cinco patios exteriores, visibles para los visitantes, y tres dormitorios. Todos estos espacios estarán debidamente equipados y podrán adaptarse a los requerimientos de cada especie, así como los de sus cuidadores y cuidadores.
Para reproducir los distintos hábitats, dispondrán de rocas, troncos y espacios de sombra, así como de zonas climatizadas y salas técnicas. El entorno de este futuro equipamiento se adecuará con vegetación.
Más de 50 años de historia
El Aquarama y el pabellón de los delfines se inauguraron coincidiendo con el día de la Mercè de 1968 y con Antoni Jonch i Cuspinera al frente del Zoo de Barcelona. Inspirados en el Seaquarium de Miami, fueron uno de los primeros equipamientos de estas características de Europa y su construcción supuso todo un reto. No sólo por sus dimensiones, sino por la complejidad de tener que almacenar y mantener en buenas condiciones una cantidad ingente de agua salada que periódicamente era necesario renovar.
Desde su inauguración y hasta el 2011, por el Aquarama y el delfinario pasaron un total de 31 delfines. Algunos convivieron con la orca Ulises, que llegó en 1983 y estuvo hasta 1994, cuando fue trasladada al Sea World de San Diego, en Estados Unidos.
El Aquarama estuvo abierto al público hasta el 2015, momento en el que también se dejaron de hacer exhibiciones con estos cetáceos. El Zoo de Barcelona acogió a sus últimos delfines hasta julio del 2020.
Fotos: Ayuntamiento de Barcelona