4-7-2021 / El Barómetro de junio muestra un estado de opinión de la ciudadanía claramente marcado por el pesimismo generado por la situación económica inflacionaria y también por la inquietud por la guerra de Ucrania.
Dos hechos que se trasladan a la percepción de la economía doméstica, que se deteriora ligeramente mientras poco a poco mejora la opinión sobre la situación económica de Barcelona, Cataluña y España.
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Así lo revela el Barómetro, la encuesta periódica que cada seis meses entrevista a 800 barcelonesas con derecho a voto en las elecciones municipales. La encuesta está incluida en el Plan de Estudios Sociológicos (PES) 2020-2023 y en esta ocasión el trabajo de campo se realizó del 24 al 31 de mayo de 2022, añadiendo preguntas específicas vinculadas al contexto global.
La guerra causada por la invasión rusa en Ucrania preocupa mucho o bastante al 83,2% de los entrevistados.
La inquietud es mayor entre las mujeres que los hombres y entre las personas mayores que entre los jóvenes. También preocupa el impacto del conflicto en la economía: ocho de cada diez entrevistados (79,7%) piensan que la guerra tendrá un impacto negativo (43,4%) o muy negativo (36,3%) sobre la economía de la ciudad.
Por el contrario, la valoración de la acogida de los refugiados ucranianos en Barcelona es excelente y tres cuartas partes de los entrevistados la apoyan. Sólo un 7,4% se opone y un 11,2% dice que no sabe cómo valorarla.
Por otra parte, la situación de inflación también impacta sobre algunos comportamientos de los y las barcelonesas, que en su mayoría han cambiado algunos de sus hábitos cotidianos: el 64,4% ha modificado el uso de los electrodomésticos para ahorrar (usar menos o cambiar el horario de uso de las lavadoras, por ejemplo), y entre el 45 y el 51% ha reducido o piensa reducir el uso de calefacción, las salidas a bares o restaurantes, las salidas de ocio, el uso de aire acondicionado, la compra de alimentos o las salidas de ocio fuera de la ciudad. El 31,8% ha modificado o modificará sus planes de vacaciones, siendo más minoritario el cambio de compañía o tarifa eléctrica (15,2%).
En cuanto a los planes de vacaciones, el 31,1% de entrevistados afirma que se quedará en Barcelona este verano, casi diez puntos menos de los que pensaban hacerlo en 2020. En cambio, el 17,3% expresa sus planes de vacaciones viajar al extranjero, lo que en 2020 pensaba hacer sólo el 3,2%. La mayoría se quedará en Catalunya (26,5% este año y nueve puntos menos que en 2020) o en España (25,5%, muy similar a 2020). Uno de cada diez aún no ha decidido qué va a hacer.
Y es que si bien mejora tanto la opinión sobre la situación económica de Barcelona como la percepción de la ciudad como un escenario de oportunidades laborales, en cambio aumentan hasta el 43,3% quienes perciben un deterioro de la situación económica de la ciudad su hogar, ocho puntos más que hace un año.
Estado de la ciudad
El 54,2% de los encuestados se muestra optimista respecto al futuro de la ciudad, cifra similar a las expectativas para Catalunya y superiores a las de España. En cuanto a los principales problemas de la ciudad, la inseguridad aparece como el primer problema por el 22% de los y las entrevistadas, cifra todavía lejana a la registrada antes de la pandemia.
La limpieza con un 11,5% de las respuestas, la gestión política municipal, con un 7,7% o el acceso a la vivienda, que llega al 7,3%, son por este orden las principales inquietudes de la ciudadanía . El fin de la pandemia también ha aflorado la preocupación por el turismo, tema que se encontraba estancado desde el 2019 y que ahora obtiene el 6,1% de las respuestas.
Valoración de los líderes municipales e intención de voto
En cuanto a la valoración de los líderes políticos, Ernest Maragall es el líder mejor valorado y obtiene un 5,2, seguido de Neus Munté que aprueba con un 5. Le sigue Jaume Collboni con un 4,7 y Ada Colau con una nota media de 4,1. Se mantiene el amplio desconocimiento de Eva Parera y Mari Luz Guilarte, ambas valoradas con un 3,7 de nota media. El peor valorado es Josep Bou, con una nota media de 3,0.
Tal y como establece el Plan de Estudios Sociológicos, éste es el último Barómetro antes de las elecciones municipales de 2023 que incluye preguntas de tipo político como intención de voto y valoración de líderes políticos municipales. Esta ola vuelve a registrar una mayor intención directa de voto para Barcelona en Comú, con el 11,9% de los entrevistados que manifiestan su intención de votar al partido de Ada Colau, un punto más de los que dicen que lo harán por ERC, un 10,9% de los entrevistados.
El 7,5% se inclina por el PSC y el 3,4% por Junts. El resto de partidos, según la intención directa de voto registrada en este Barómetro, quedaría fuera del consistorio: la CUP con un 2,9 por ciento, el PP con un 1,7 por ciento, VOX con un 1,1 por ciento, Ciudadanos con un 0,8% y PdeCat con un 0,2%. Destaca el alto número de indecisos -quienes dicen que irán a votar pero no saben por quién lo harán-, que en un año han pasado del 21,4% al 35,8%.