1-7-2022 / El Puerto de Barcelona estrenó ayer un acceso directo entre la playa de Sant Sebastià y la plaza Rosa dels Vents, así como un mirador privilegiado para disfrutar del litoral de Barcelona y el Mar Mediterráneo.
Las Escaleras y el Mirador Vela, que combinan la arquitectura de vanguardia con la ingeniería civil, conectan los dos espacios habilitando para los peatones la zona de la escollera ubicada entre el hotel W Barcelona y el mar.
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Este nuevo espacio supone la culminación del Paseo Mare Nostrum, ampliando y conectando los espacios para los ciudadanos del entorno del Puerto de Barcelona, en una zona muy transitada por vecinos y visitantes, que a partir de ahora podrán acceder de forma mucho más fácil a la plaza Rosa dels Vents. La obra ha tenido un coste de 1,5 millones de euros.
El acto de inauguración contado con la participación del presidente del Puerto de Barcelona, Damià Calvet, que explicó que esta obra confirma el compromiso del Puerto con los ciudadanos de Barcelona, «ampliando los espacios abiertos y accesibles para los vecinos a la vez que pone en valor la riqueza paisajística de la playa de San Sebastián y el litoral de Barcelona con una intervención integrada estéticamente en un entorno excepcional».
«Una vez más, desde el Port se ofrece en Barcelona un nuevo espacio con el que seguir construyendo la ciudad que queremos. Hoy abrimos una nueva calle con vistas a toda Barcelona y desde donde también se podrá ver, de forma privilegiada, la Copa América que acogeremos en 2024».
Las escaleras y el mirador se levantan sobre una estructura de hormigón oculta cementada sobre la escollera, que sirve de base para una segunda estructura metálica sobre la que se asienta la estructura a la vista de paneles de hormigón. Siguiendo un espectacular modelo tridimensional, éstos integran estéticamente el conjunto en el entorno a la vez que garantizan la máxima resistencia de las estructuras en condiciones climáticas extremas, como las que se dan en un rompeolas.
La actuación también ha incluido un sistema para reciclar las aguas grises que genera el hotel W Barcelona y utilizarlas para regar las plantas que integran el nuevo espacio.
Fotos: Puerto de Barcelona