6-3-2022 / Los vecinos del barrio la Marina del Prat Vermell, en el distrito de Sants-Montjuïc, celebraron ayer una fiesta para dar la bienvenida a la flamante promoción de viviendas cooperativas de La Chalmeta.
Este edificio, de 32 viviendas y que toma el nombre de la cooperativista y socialista Micaela Chalmeta (1858-1951), ha sido impulsado por la cooperativa Llar Jove en suelo municipal, el cual se cede por un período de 75 años a la entidad.
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Durante toda la mañana, los vecinos del barrio visitaron el nuevo edificio y se llevaron a cabo actividades como un concierto familiar y talleres infantiles, una fiesta que contó con la asistencia del concejal de Sants-Montjuïc, Marc Serra, las entidades y asociaciones del barrio y representantes de otras cooperativas de vivienda de la ciudad.
La Chalmeta es la cuarta promoción de vivienda cooperativa que se levanta en Barcelona impulsada por el Ayuntamiento y delegada en diferentes cooperativas. Junto con las promociones de Princesa (en Ciutat Vella), La Borda (en Can Batlló, Sants-Montjuïc) y La Balma (en Poblenou), ya son 85 unidades familiares las que viven en viviendas de estas características.
Además, se encuentran muy cerca del final de las obras dos promociones más, como son La Xarxaire, en la Barceloneta, y la de Pla de Cirerers, en Nou Barris, que juntas suman otras 37 viviendas.
Aparte, el Ayuntamiento ha asignado nueve solares más a diferentes cooperativas, nueve edificios de vivienda cooperativa más que reunirán 195 pisos más. Entre las promociones previstas se encuentran experiencias pioneras como viviendas cooperativas para personas mayores y para personas con discapacidad intelectual.
Desde finales de 2020, el Ayuntamiento de Barcelona, a través del Instituto Municipal de Vivienda y Rehabilitación, y las entidades sin ánimo de lucro del sector de la vivienda social y cooperativa tienen un convenio para tramitar y agilizar los procesos de asignación de suelo. Este convenio tiene un alcance de 1.000 viviendas que se tendrán que construir o rehabilitar en suelo y edificios de titularidad municipal, cuyo 60% serán de alquiler social y asequible, y el 40%, covivienda.
El modelo de covivienda que impulsa el Ayuntamiento se caracteriza por la vida comunitaria y la autoorganización de las personas que integran las cooperativas, interviniendo en la toma de decisiones ya desde el primer momento en el que se proyecta el edificio. Con este modelo, los socios son también vecinos, y después de una aportación anual pagan una cuota por el uso de la vivienda.
Por otra parte, el Ayuntamiento de Barcelona no pierde nunca la titularidad del suelo, por lo que la calificación de vivienda protegida es permanente y se evita toda opción en la que las viviendas se privaticen.
Fotos: Ayuntamiento de Barcelona