16-2-2022 / La propuesta ha pasado hoy el primer trámite, la aprobación por la Comisión de Presidencia, Derechos de Ciudadanía, Participación, Seguridad y Prevención, y debe ser ratificada por el plenario, en la sesión del próximo 25 de febrero.
Con este reconocimiento, la ciudad quiere distinguir a dos creadores referentes en el mundo del cómic a la vez que les quiere agradecer su aportación al tejido cultural y a la imagen de Barcelona en el mundo. Ibáñez y Gallardo han hecho historia en el mundo del cómic, cada uno con su estilo personal y su brillante forma de condensar la vida en viñetas.
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El Gobierno municipal ha decidido honrar a Francisco Ibáñez «por su incansable e intensa trayectoria creativa, como referente del mundo del humor y del cómic en nuestro país». Ibáñez empezó a desarrollar desde muy joven una gran afición por los cómics y el dibujo.
La primera publicación de un dibujo suyo llegó cuando tenía 11 años, en la revista Chicos, aunque estudió contabilidad y peritaje mercantil y su primer trabajo estuvo ligado al mundo de la banca. Pronto la empezó a compaginar con sus colaboraciones en revistas como Nicolás, Chicolino, Picolín, Liliput o La Risa, con tiras, chistes, series humorísticas, creando personajes propios o dando continuidad a creaciones de otros autores.
En 1957 decidió dedicarse a tiempo completo a la creación de historias y abandonó su trabajo en el banco. Ese mismo año empezó a colaborar con la editorial Bruguera. En enero de 1958 se publicó la primera serie de Mortadelo y Filemón en la revista Pulgarcito, sus personajes más icónicos.
Entre 1957 y 1963 comienza una etapa donde irá fijando su estilo propio dentro de Bruguera, creando infinidad de personajes y adaptando algunas de sus mejores series para las diferentes revistas y tebeos de la editorial: La familia Trapisonda (Pulgarcito, 1958) ; 13, Rue del Percebe (Tío Vivo, 1961); Los botones Sacarino (El DDT, 1963); Rompetechos (Tío Vivo, 1964) o Pepe Gotera y Otilio (Tío Vivo, 1966).
Ibáñez, que cumplirá 86 años el próximo 15 de marzo, cuenta con más de 100 millones de álbumes vendidos y es uno de los humoristas gráficos españoles más prolíficos y reconocidos.
Miguel Gallardo, creador de Makoki
Por su parte, el Gobierno municipal concede la Medalla de Oro al Mérito Cultural a Miguel Gallardo «por su contribución a la memoria gráfica de un momento crucial en la historia de nuestra ciudad y de todo el país; por ir más allá, y saber transmitir la más sencilla realidad –a menudo reflejo de las crudezas de nuestra vida cotidiana– a través de una gran sensibilidad plasmada en sus ilustraciones; y, sobre todo, por su generosidad y compromiso, siempre presentes en su obra».
Miguel Gallardo es un ilustrador cuya legión de seguidores empezó a sedimentarse con la creación de Makoki, un quinqui escapado del frenopático creado junto a Felipe Borrayo y Juan Mediavilla. Makoki vio la luz por primera vez sólo nueve días más tarde de las primeras elecciones democráticas españolas en 1977. Makoki nació con el objetivo de explicar lo que estaba pasando con humor y desvergüenza, y se acabó convirtiendo en una icono underground que dejó un importante rastro en la generación de los 80.
Gallardo no sólo ha retratado el momento histórico que le ha tocado vivir, sino también sus propias experiencias vitales, que ha transformado en ilustraciones desgarradoras y conmovedoras.
Es el caso de Un largo silencio de 1997 (con una reedición ampliada en 2012), que fue una de las primeras novelas gráficas sobre memoria histórica a partir del relato vital de su padre vivido en la Guerra Civil y en los años posteriores de la Dictadura; o Algo extraño me pasó camino de casa (Astiberri, 2020), un relato autobiográfico en el que trata con humor y perplejidad el descubrimiento y el tratamiento del tumor cerebral que actualmente le mantiene alejado de su actividad más pública.
Esta dimensión autobiográfica está presente en otra de las obras más conocidas y significativas de su trayectoria, María y yo, primero en forma de libro y posteriormente de película, donde explica su hija María, que sufre autismo. Gallardo se ha distinguido por su labor de visibilización, sensibilización y normalización en torno al autismo, por la que obtuvo el Premio Serra d’Or.
A lo largo de su carrera, sus ilustraciones han aparecido en publicaciones como La Vanguardia, Diario ARA, Herald Tribune, NYT The NewYorker, y ha realizado portadas para las principales editoriales del país. También es el autor del cartel de la Mercè del año 2016.
Fotos: Ayuntamiento de Barcelona