3-2-2022 / Agentes de Mossos d’Esquadra de la comisaría de Ciutat Vella de Barcelona detuvieron el 30 de enero a un joven de 20 años como presunto autor de un delito de hurto, y un hombre de 38 años y un menor de edad como presuntos autores de un delito de receptación.
Los hechos se remontan al domingo 30 de enero sobre las 19:30 horas cuando agentes de paisano fueron requeridos para que se dirigieran al portal de un edificio del barrio del Raval (Barcelona) donde había tres jóvenes –que no se conocían entre ellos- y que eran víctimas de tres hurtos de sus respectivos teléfonos móviles. Mediante el localizador de los dispositivos en las tres les aparecía la idéntica ubicación.
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En paralelo, y mientras estaban haciendo gestiones en el lugar, los mossos detectaron a un hombre que llegaba al mismo portal y que al recibir una llamada accedió al edificio. Tras identificarlo, en el cacheo le encontraron cinco móviles de alta gama, tres de ellos envueltos en papel de aluminio en el interior de los calzoncillos. El hombre manifestó a los agentes que los había sustraído la noche anterior y que se dirigía a un piso en el que solía venderlos.
A partir de ahí los agentes iniciaron gestiones para averiguar el posible punto de compra de móviles conseguidos de forma ilícita. Con el consentimiento de la propietaria accedieron al piso e identificaron a varias personas en el interior. Concretamente, identificaron a un hombre que al ver la presencia de los agentes escondió rápidamente bajo un sofá más de 3.800 euros en efectivo.
En la habitación de este hombre encontraron un ordenador portátil y unos 70 móviles sobre un colchón presuntamente sustraídos, una veintena de los cuales ya habían sido previamente denunciados.
Se da el caso de que en aquellos que no constaban sustraídos, les faltaban tarjetas SIM o por ejemplo había imágenes de fondo de pantalla de personas presuntamente extranjeras que muy posiblemente habían hecho turismo en la ciudad y que eran totalmente ajenas a la familia que residía en ese domicilio. Tras el hallazgo, los agentes recogieron todos los dispositivos para proseguir sus pesquisas.
Ante estos hechos y los indicios recogidos los agentes detuvieron a un hombre y un menor de edad que habitaban en el inmueble como presuntos autores de un delito de receptación.
Los mossos pidieron a la autoridad judicial una orden de entrada y registro en el inmueble tras la sospecha de que pudieran encontrar más dispositivos electrónicos. También, recogieron diversas informaciones por parte de vecinos de la finca que apuntaban a que era habitual que se dirigieran personas a aquella dirección, ya fuera para vender los teléfonos sustraídos como para corroborar que la ubicación del localizador de su teléfono sustraído les daba ese punto exacto.
El lunes 31 de enero se llevó a cabo la entrada con el resultado de más de 50 teléfonos móviles más intervenidos, elevando la cifra de terminales presuntamente sustraídos a más de 120.
En estos momentos ya se han devuelto una decena de terminales y continúan las gestiones policiales para realizar la devolución de todos los dispositivos posibles a sus legítimos propietarios.
Los dos detenidos por un delito de receptación pasaron a disposición judicial el pasado 2 de febrero y el juez decretó su puesta en libertad. El tercer detenido investigado por un delito de hurto quedó en libertad en dependencias policiales para declarar posteriormente frente a la autoridad judicial.
Fotos: Mossos d’Esquadra