Vendedores en la plaza Comercial en 1964. Foto: Ignasi Marroyo
7-8-2021 / El 7 de agosto de 1971 se cerraban las puertas de un mercado referente a la ciudad, el mercado del Born, que había supuesto grandes cambios para el barrio. El destino sería unos diez kilómetros más hacia el oeste, Mercabarna, en la Zona Franca. Así cambiaba definitivamente la cotidianidad de paradistas, porteadores, asentadores y mayoristas, así como vecinos de la Ribera, poniendo punto y final a casi cien años de historia.
Inaugurado en 1876, el mercado del Born disfrutó de una singularidad genuina. Surgido como propuesta de Josep Fontserè en su proyecto para el parque de la Ciutadella, este mercado fue el primer gran ejemplar de la arquitectura del hierro en Barcelona. Acogió los vendedores y las paradas de la plaza del Born y funcionó como mercado por el barrio de la Ribera hasta 1921.
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El aumento imparable del comercio al por mayor, la congestión en el mercado de la Boqueria, que era el mercado central entonces-, la buena localización logística del mercado del Born y el crecimiento que experimentó la ciudad a lo largo de la primera mitad del siglo XX propiciaron que pasara a concentrar todos los mayoristas de frutas y verduras de la ciudad.
Esta medida, que debía ser provisional, duró 50 años, y entre 1953 y 1971, las magras instalaciones del Born y de su barrio se vieron sometidas a una actividad y una congestión creciente e insostenible. Los mercados en la ciudad se duplicaron y el Born, como mercado central, no podía proporcionar todos los servicios necesarios. Por ello, en 1962 se convocó un nuevo concurso público y el lugar elegido fue la Zona Franca, con un nuevo centro que se llamaría Mercabarna.
Mercabarna, líder en Europa
Gracias a su ubicación en la Zona Franca de Barcelona, una de las áreas logísticas más importantes de España, y porque permitió el crecimiento del Mercado Central y de las empresas mayoristas dedicadas al comercio hortofrutícola, el sector de frutas y hortalizas de Mercabarna se ha situado en la cabecera de Europa en comercialización, innovación y exportación. El Mercado aglutina actualmente a más de 200 empresas y el sector de frutas y hortalizas de Mercabarna mueve anualmente más de dos millones de toneladas de productos.
El traslado a Mercabarna, con el gran crecimiento de las ciudades en los años 60, permitió su supervivencia y también la del pequeño y mediano comercio de alimentos frescos de Cataluña que se provee al gran mercado, a diferencia de lo que sucedió en la mayor parte de ciudades del centro y norte de Europa, donde los mercados mayoristas murieron atrapados en el centro de las urbes, ante el crecimiento demográfico y económico de la época.
Los mayoristas que operaban en el Born, organizados en gremio hortofrutícola, al menos desde el año 1947, con diferentes denominaciones, y precursores de la actual asociación gremial de empresarios mayoristas en Mercabarna, vieron en este traslado oportunidades de mejorar. Sin embargo, el cambio no fue un proceso fácil para los mayoristas. Con todo, la postura de aquellos que eran contrarios a dejar el Born no prosperó. Las ventajas que ofrecía Mercabarna los mayoristas y también a sus clientes, los minoristas, eran muchos: desde la facilidad de aparcamiento hasta garantizar el control de la venta, entre otros.
Ahora bien, el cambio impactó de manera brutal en la vida diaria del barrio del Born. Con la desaparición del mercado también desaparecieron los negocios y la gente que vivía de la actividad que generaba, como tiendas, bares o agencias de transporte. A lo largo de su historia, el mercado dotó al barrio de la Ribera de una vitalidad sorprendente, con una identidad y un tejido social propio ligado al comercio, que dejó una fuerte huella en la memoria colectiva del barrio y de Barcelona.
Además, la marcha del mercado también provocó que el edificio de Fontseré quedara vacío y en desuso durante cuatro décadas. Esto lo convirtió en objetivo de las entidades vecinales que, a pesar de usarlo en determinadas ocasiones para la celebración de fiestas mayores o conciertos, siempre el reivindicaron como espacio vecinal.
Actividades programadas
Ahora, 50 años después, El Born CCM, Mercabarna y Mercados de Barcelona recuerdan este momento de la historia el mercado, del barrio y de la ciudad con una serie de propuestas de carácter cultural, popular y festivo que tendrán lugar a lo largo del segundo semestre del año. En agosto, dará el pistoletazo de salida al cumpleaños un vídeo breve de la historia del mercado del Born que se difundirá por los canales digitales, el videowall del vestíbulo de El Born CCM ya varias pantallas instaladas en los mercados de Barcelona.
Los actos de celebración se alargarán hasta finales de año con la celebración, entre otros, de conferencias sobre alimentación, en la Feria Mercado de Mercados en octubre; con una muestra fotográfica que contrapondrá el pasado y el presente del mercado y una fiesta en Mercabarna, en noviembre, que incluirá música y deporte.
Y en diciembre cerrará el aniversario con la presentación del calendario 2022 de Mercabarna, dedicado en esta edición al 50 aniversario del traslado del mercado central de frutas y hortalizas del Born a Mercabarna.