26-6-2021 / El Puerto de Barcelona ha retomado hoy la operativa de cruceros, que se vio interrumpida el pasado mes de marzo con la irrupción de la pandemia de Covid-19. La instalación ha trabajado con las navieras y el resto de agentes del sector de los cruceros para tener una reanudación de la actividad escalonada, sostenible y, sobre todo, segura, tanto para las tripulaciones, como para los pasajeros, para los trabajadores de la Comunidad Portuaria y para los ciudadanos de Barcelona.
Las compañías de cruceros que operan habitualmente en el Puerto de Barcelona irán llegando progresivamente, con MSC Cruises y su MSC Grandiosa que hoy ha inaugurado la temporada.
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Posteriormente, está prevista la llegada del Mein Schiff 2 de TUI el día 29 de junio; el Costa Smeralda de Costa Cruceros el 5 de julio y el AidaPerla, de la compañía Aida Cruises, el día 9 de julio.
En agosto cuando comenzarán a llegar barcos de las compañías americanas. El primero será el Harmony of the Seas, de Royal Caribbean, el día 15 de ese mes. La llegada de las compañías estadounidenses facilitará la normalización de los vuelos con Estados Unidos desde el Aeropuerto del Prat, unas conexiones que quedaron paradas por la pandemia.
«Como Puerto, somos conscientes de nuestra responsabilidad para garantizar la salud pública. Por lo tanto, consideramos que la reanudación de la actividad tenía que hacerse cuando las cifras de contagios y de vacunación en España lo permitieran», explica Carla Salvadó, subdirectora general de Comercial y Marketing del Puerto de Barcelona. En cuanto a la previsión de escalas para la temporada, «no podemos avanzar todavía un número porque en estos momentos seguimos trabajando con las navieras para ir introduciendo barcos poco a poco. Y hemos trabajado para llevar al Puerto de Barcelona los barcos menos contaminantes que navegan en estos momentos», añade la directiva del Puerto.
Garantías sanitarias
En cuanto a las medidas sanitarias implantadas por la industria de cruceros, tanto puertos como terminales de cruceros y navieras han hecho un trabajo de meses para alcanzar los protocolos con las máximas exigencias para la seguridad de los pasajeros, tripulantes y, por supuesto, de los habitantes de las ciudades.
Por parte del Puerto de Barcelona y de las terminales, «el trabajo hecho hasta ahora nos permite garantizar la seguridad de pasajeros, tripulaciones, trabajadores del puerto y ciudadanos desde un punto de vista sanitario. Pero también garantizar que la operativa de los barcos, a pesar de los nuevos protocolos existentes, será ágil y que las infraestructuras y servicios funcionarán a la perfección», apunta Carla Salvadó.
El protocolo que seguirá el Puerto de Barcelona es el acordado por Sanidad Exterior, dependiente del Ministerio de Sanidad del Gobierno español. Aparte de las medidas de higiene básicas, como el uso de mascarilla, gel hidroalcohólico o distancia de seguridad, las compañías de cruceros están obligadas a informar sobre su plan de salud, aprobado por el estado de bandera, y garantizar su implantación. Esto incluye información específica sobre los medios sanitarios con los que cuenta el barco y capacidad de diagnóstico a bordo; e información sobre los procedimientos de la compañía de cruceros previos al embarque de pasajeros, entre otras informaciones.
La naviera también está obligada a disponer de un seguro, para pasajeros y tripulantes, que se hará cargo de todos los gastos de alojamiento, manutención y asistencia médica de contagiados asintomáticos que no requieren ingreso hospitalario. Igualmente, para los contactos estrechos que tengan que hacer cuarentena.
Mejoras en el Puerto
Durante los meses que la actividad de cruceros ha sido paralizada, el Puerto de Barcelona ha aprovechando el tiempo para hacer obras de mejora en la zona del muelle Adosado destinada a este tráfico. Así, se han invertido 2,6 millones de euros en la mejora del sistema de amarre en las terminales de cruceros para incrementar la seguridad en el atraque.
También se ha trabajado en la mejora de la accesibilidad a la zona, ampliando la Puerta 2 de acceso al Muelle Adosado, desdoblando en dos los controles o garitas de acceso y desplazando y remodelando la rotonda de distribución del tráfico en todas las terminales de cruceros. Estos trabajos han supuesto una inversión de 1,22 millones de euros.
Más de 9.000 puestos de trabajo
Los cruceros que vengan este año supondrán un impulso muy importante para la recuperación de un sector que ha sufrido una tremenda crisis debido a la pandemia de la Covid-19. Se trata de una industria que da trabajo a más de 9.000 personas en Barcelona y que factura anualmente en Cataluña 1.083 millones de euros, con una contribución al PIB catalán de 562 millones de euros anuales.
El año 2019, los cruceristas supusieron el 10,4% de los turistas que pernoctaron en el destino de Barcelona. Y tuvieron una aportación a la economía de la zona muy superior a la media del conjunto.
El gasto medio de los visitantes que pernoctaron en el año 2019 en este destino fue de 69,9 euros diarios. Se calcula que el gasto de los cruceristas de puerto base asciende a 230 euros por persona y día. Y en el caso de los cruceristas en tránsito, por 4 horas de media que pasan al destino gastan 57 euros por persona. El año 2019, el 57% de los cruceristas que pasaron por el Puerto de Barcelona eran de puerto base.