2-3-2021 / El estudio Los vehículos de movilidad personal en la movilidad metropolitana, realizado por la AMB y el Instituto de Estudios Regionales y Metropolitanos de Barcelona (IERMB) y presentado hoy, analiza la evolución de este tipo de vehículos en el ámbito metropolitano, identifica los posibles cambios en las pautas de movilidad y define el perfil de usuario, entre otros aspectos.
Para ello, el estudio ha analizado los datos de la Encuesta de movilidad en día laborable (EMEF 2017- 2019) y ha estudiado también información proveniente del Servei Català del Trànsit y las policías locales y datos del Ayuntamiento de Barcelona , la AMB y la Bicivia.
El informe constata que el uso de los vehículos de movilidad personal (VMP) se ha multiplicado por cuatro en la metrópolis de Barcelona los últimos 3 años, pasando de los 10.000 desplazamientos diarios en 2017 a los 40.000 trayectos al día en 2019. A pesar de este importante crecimiento, el uso de este tipo de vehículos representa sólo el 0,4% de los desplazamientos diarios en el área metropolitana, mientras que, por ejemplo, la bicicleta supone un 1,9% de los movimientos (unos 0,2 millones).
Por otra parte, según datos de la Encuesta de movilidad en día laborable (2019), anterior a este nuevo estudio, cerca de 118.000 personas son usuarias ocasionales o habituales del patinete, el segway u otros artilugios, mientras que más de 40.000 tienen uno o más patinetes en el hogar (EMEF 2018).
En cuanto al tipo de desplazamientos, el 54% son por motivos de trabajo o estudios y el 46% por motivos personales, y tienen una duración media de 15 minutos. Se producen mayoritariamente en el continuo urbano de Barcelona.
«A partir de estos resultados del estudio, desde la AMB seguiremos impulsando la homogeneización de las ordenanzas municipales de la metrópolis de Barcelona, para alcanzar una misma normativa de circulación de los VMP. Los VMP ya se convierten en una pieza más de la movilidad urbana diaria y, desde la AMB, como diseñadores y gestores de la movilidad metropolitana, debemos tener en cuenta para seguir avanzando en la nueva movilidad, mucho más sostenible. También, tenemos que encontrar la manera de lograr una buena convivencia entre todos los modos de transporte, también con la bici y los VMP, que comparten los carriles bici y la Bicivia», explica el vicepresidente de Movilidad, transporte y Sostenibilidad de la AMB, Antoni Poveda.
La AMB hizo las primeras recomendaciones metropolitanas para regular los VMP en los municipios metropolitanos en 2018 y actualmente 11 municipios metropolitanos ya incluyen los VMP en sus ordenanzas.
Perfil de usuario del patinete eléctrico
Aproximadamente la mitad de las personas que lo utilizan tienen entre 30 y 44 años y son mayoritariamente hombres (60-70%). Las personas que los utilizan van menos a pie y en coche que la media de la población, pero más en bici, moto y transporte público.
En este sentido, en el caso de Barcelona, la encuesta de la AMB (2019) a usuarios de patinete eléctrico a pie de calle, sugiere que el 16% de los usuarios de patinete eléctrico lo utilizan para reemplazar el vehículo privado (coche o moto). Por otra parte, el 48% lo utiliza para sustituir el transporte público; sin embargo, parte de los nuevos desplazamientos en vehículos de movilidad personal suelen combinarse con el transporte público.
Siniestralidad con vehículos de movilidad personal
Según datos del Ayuntamiento de Barcelona, en la ciudad se produjeron 490 accidentes en 2019 con VMP implicados, con 3 heridos graves. La accidentalidad es prácticamente tres veces más elevada que la de los desplazamientos en bicicleta.
Principales ventajas e inconvenientes
Dependiendo de cómo se utilicen, los vehículos de movilidad personal pueden suponer tanto un incentivo como una amenaza al desarrollo de un modelo de movilidad sostenible. De entre las ventajas, la cabeza de área de movilidad del IERMB, Maite Pérez destaca «la potencialidad de trasvase del vehículo privado motorizado al patinete eléctrico y también el uso combinado de este tipo de vehículo con el transporte público» . Por un lado, permitiría ayudar a descongestionar el transporte público en horas punta y también a impulsar la redistribución del espacio vial.
En cuanto a los inconvenientes, Maite Pérez señala «los conflictos de convivencia con peatones y ciclistas o la ocupación del espacio público o el hecho de que muchos usuarios de patinetes eléctricos antes se desplazaban caminando». La accidentalidad es también un inconveniente destacable.
Normativa
A pesar de los pasos importantes que se han hecho en los últimos años, la normativa actual de los VMP es excesivamente confusa. No existe un marco normativo común en el ámbito europeo.
A grandes rasgos, sin embargo, aunque se ha conseguido una homogeneización parcial, se detectan algunas diferencias entre municipios, y la nueva legislación estatal de 2020 aún no se ha incorporado a la mayor parte de ordenanzas municipales.