5-12-2020 / Con esta actuación se ha renovado el pavimento, las paredes, el techo y la iluminación del espacio, y además ha permitido hacer las tareas de mantenimiento necesarias para adaptarlo a las necesidades y las exigencias actuales.
El pasillo de la Trinitat Vella es un espacio de paso que comunica el centro del barrio con servicios y equipamientos importantes, como la escuela, el ambulatorio, la guardería, el CEM o el Centro Cívico Trinitat Vella y el acceso al metro. En los locales del pasillo conviven diversidad de entidades culturales muy activas. Por lo tanto, es un pasillo muy transitado.
Pero durante los últimos años había experimentado una importante degradación con la aparición de grietas, goteras, suelo resbaladizo, techos precarios o caídos, bajantes obstruidos, etc.
Para resolver esta situación el Plan de Barrios hizo un diagnóstico sobre las patologías que sufría el espacio y promovió las obras necesarias para resolver las problemáticas con el liderazgo de servicios técnicos del Distrito de Sant Andreu. Además, la actuación se diseñó pensando también en dar visibilidad a las entidades y a su actividad. Y por eso se han sustituido algunos de los muros que separan los locales del pasillo por cristales, y se ha abierto un acceso del pasillo en el centro cívico.
El pasillo tiene 378,18 metros cuadrados, que ahora se recorrerán con más facilidad y de una forma más amable, porque en las paredes con ángulos agudos, se ha ritmado el paramento roto con elementos de referencia. Estas paredes dirigen la circulación y secuencian el paso, y se han vuelto más protagonistas. Las paredes con ángulos abiertos, en cambio, han recibido un tratamiento de pantalla curvada que las distancia de la circulación y las hace aptas para propuestas expositivas.
Los cambios en la zona donde se ubican los accesos a los locales y las actividades son también bastante destacados. En el nuevo acceso al centro cívico se añade un escaparate entre el local del centro cívico y el pasillo. También se ha abierto otro acceso con escaparate entre el local de los Triniteiros y el pasillo. Y los pilares situados en este ámbito se les ha aplicado un tratamiento curvado para evitar ángulos.
La zona del pasillo más lineal y alargada, que es de hecho el tramo de circulación más largo, y en la que se encuentra una línea de pilares, se ha convertido en un porche con un tratamiento de mural donde se podrán expresar valores y actividades del tejido asociativo o identitario del barrio. Este tramo se ha transformado en un paseo que podrá ser a la vez lúdico y enriquecedor.
Antes de las obras, los accesos al pasillo desde la calle pasaban inadvertidos porque no tenían ningún elemento distintivo ni significativo, y porque están integrados en las fachadas de los edificios de viviendas. Ahora, sin embargo se ha incorporado la señalética y los elementos gráficos que permiten reconocer los accesos a un espacio público. También se ha actuado en el rellano existente entre el primer y el segundo tramo de la escalera donde ahora se identifican los dos accesos a los locales.
Finalmente, para eliminar la distorsión acústica del espacio, y para solucionar la iluminación deficiente, se ha instalado un techo acústico ignífugo que incorpora paneles de luz alimentados por leds, que garantizan una mejora en el confort acústico y lumínico.