8-10-2020 / Con el fin de profundizar en el conocimiento sobre la discriminación en el mercado de alquiler de viviendas, el Ayuntamiento de Barcelona ha encargado un estudio que ha encontrado evidencias de discriminación por racismo en el acceso a la vivienda.
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El concejal de Derechos de Ciudadanía, Marc Serra, ha explicado que «por primera vez, con datos objetivos, científicps, hemos probado que existe esta discriminación, ya incluso en el primer momento de pedir información para poderlo visitar, sólo para tener un nombre de origen árabe».
La primera fase de este estudio, encargado a la consultoría social cooperativa Broll en el marco del Observatorio de las Discriminaciones de Barcelona, formado por el Ayuntamiento y 18 entidades de defensa de derechos humanos, ha consistido en el envío de 1.000 solicitudes ficticias a 500 anuncios de viviendas de portales inmobiliarios.
El objetivo, evaluar de forma estadística las respuestas a estas solicitudes según cuál es el remitente. La mitad de las solicitudes han sido enviadas bajo un nombre de origen árabe, y la otra mitad, bajo un nombre de origen autóctono, es decir, catalán o castellano, en base a los nombres más comunes según el Idescat.
Si bien la tasa de respuesta por parte de los agentes inmobiliarios a las solicitudes enviadas se sitúa, en global, alrededor del 47%, se trata de un nivel de respuesta similar a otros trabajos de campo en el mercado de alquiler de la vivienda realizados en otros países que también incluyen población de origen árabe.
Ahora bien, los resultados del estudio indican que la diferencia entre las respuestas generadas por las solicitudes enviadas por nombres de origen árabe y las enviadas por nombres autóctonos es de casi 20 puntos.
La tasa de respuesta a solicitudes de nombres autóctonos es del 56,6%, mientras que la de las solicitudes de nombres árabes es del 37,8%. Es decir, por cada 10 solicitudes enviadas, las solicitudes de autóctonos reciben 6 respuestas, y las solicitudes de árabes 4.
La discriminación también persiste en el ofrecimiento de realizar una visita a la vivienda. Por cada dos respuestas a nombres autóctonos que ofrecen una cita, sólo hay una para personas con un nombre de origen árabe.
Además, casi la totalidad de anuncios que generan respuesta para solicitudes de nombres árabes también generan respuesta para solicitudes de nombres autóctonos. Así, el 35,4% de los anuncios responden a ambos perfiles, el 21,2% sólo a autóctonos, y, de manera residual, un 2,4% de los anuncios sólo en nombres árabes.
Menos respuestas y en pisos más caros
Los resultados del estudio también permiten concluir que la discriminación por origen también va acompañada de un sesgo de clase social, ya que la población de origen árabe sufriría más discriminación para acceder a viviendas con rentas más bajas. El precio medio de los anuncios que responden solicitudes de nombres de origen árabe es de 1.384,27 euros, 108,28 euros más caro que los anuncios que responden solicitudes de nombres autóctonos, de 1.275,99 euros.
Esta diferencia se acentúa al observar el precio medio de los anuncios que sólo responden a solicitudes firmadas por nombres autóctonos. En estos casos, la renta baja aún más, hasta 1.093 euros, casi 300 euros menos que el precio medio de los pisos a los que podría optar la población con nombres de origen árabe.