16-9-2020 / El presidente del Gremi d’Hotels de Barcelona, Jordi Mestre, ha valorado esta mañana la situación que vive actualmente el sector hotelero de la ciudad, analizando cuales son las perspectivas de futuro y enumerando las peticiones concretas que hace la entidad a las administraciones para tratar de salvar el sector hotelero de Barcelona.
Jordi Mestre ha explicado que la situación para el sector hotelero de Barcelona se ha vuelto completamente insostenible después de 6 meses con una actividad prácticamente nula, en que la caída de la facturación del sector hotelero de Barcelona asciende a 850 millones de euros aproximadamente. «La campaña estival ha sido dramática, con prácticamente el 75% de la planta hotelera cerrada y con una ocupación hotelera que apenas ha llegado al 10%, con una caída de los precios que ha estado alrededor del 50%».
Mestre ha manifestado que «durante el mes de agosto, unas 3.200 personas se han alojado diariamente en hoteles de la ciudad, cuando normalmente tenemos 58.000 personas alojadas al día, un hecho que representa 18 veces menos».
En cuanto al marco laboral, Jordi Mestre ha informado que a día de hoy hay unos 30.000 trabajadores que todavía no han regresado al trabajo, entre los cuales muchos trabajadores temporales que no han sido renovados: «Hasta ahora, tan solo alrededor de unos 3.500 trabajadores han podido volver al trabajo».
Todo ello dibuja una situación que el Gremi d’Hotels no espera que revierta en los próximos meses, dando por hecho que este año no habrá actividad ferial ni congresual y que, muchos hoteles que abrieron hace unas semanas tendrán que volver a cerrar.
Muchos hoteles pueden cerrar
Jordi Mestre ha advertido que, a corto y medio plazo, está en riesgo la viabilidad de muchos establecimientos hoteleros, el mantenimiento de su actividad y de sus puestos de trabajo: «Si seguimos así, a finales de este trimestre veremos muchos hoteles en concurso de acreedores y comprados por fondos buitre» ha afirmado de forma rotunda.
Para el presidente del Gremi d’Hotels esto quiere decir riesgo a la hora de que se incremente de forma destacada el paro en la ciudad y, una reducción considerable de los ingresos para la capital catalana, dado que el sector hotelero representa entre el 4% y el 5% del PIB de Barcelona y que el conjunto de hoteles de la capital catalana aportan anualmente más de 340 millones de euros en concepto de impuestos (IBI, IVA, IAE, Impuesto sobre sociedades, Impuesto turístico).
El presidente de la entidad ha argumentado que la calidad y dimensión de la planta hotelera de Barcelona ha sido una pieza clave a la hora de lograr la captación de grandes acontecimientos para la ciudad, como congresos de todo tipo y ha propiciado la llegada de nuevas empresas o centros de investigación.
Peticiones para salvar el sector hotelero de Barcelona
Jordi Mestre ha desgranado las principales peticiones que plantea el sector para poder superar esta difícil situación. En este sentido, ha indicado la necesidad de articular un Plan de rescate con aportaciones directas hacia los hoteles que no les generen más deuda, así como, nuevas líneas de ayudas a profesionales autónomos y microempresas del sector turístico, que ha cuantificado en «una aportación directa en torno a los 450 millones de euros con un retorno blando».
Asimismo, ha recalcado que es indispensable dar continuidad a los ERTE como mínimo hasta Semana Santa de 2021.
«Hace falta la articulación de unos ERTE específicos para el sector hotelero, ágiles que permitan la entrada y salida de trabajadores en función de la coyuntura turística y que, cuenten con una exoneración total de la Seguridad Social de los que se quedan dentro del ERTE».
La entidad también solicita la exoneración y moratoria de impuestos y tasas y aplazar 12 meses las amortizaciones de capital de todos los tipos de préstamos y dar continuidad a las medidas extraordinarias por el pago de alquileres de locales de negocios, así como, a las amortizaciones de capital de los préstamos hipotecarios. «Ninguna Administración Pública ha modificado de manera beneficiosa para el sector su política impositiva, a pesar de que la actividad turística sea prácticamente nula, dejando al sector hotelero desamparado» ha manifestado Jordi Mestre.