29-7-2020 / Agentes de la Guardia Urbana, de la Policía Nacional y de Mossos d’Esquadra de realizaron ayer de forma conjunta un dispositivo con epicentro en la plaza de Cataluña, pero con afectación en las calles adyacentes y en el metro, en la lucha contra los robos con violencia en la vía pública, hurtos, el tráfico de sustancias estupefacientes a pequeña escala y conductas incívicas previstas en las ordenanzas municipales.
La plaza de Cataluña y sus calles cercanas son un punto de encuentro y reunión de personas que, de manera reiterada, cometen este tipo de hechos delictivos. Normalmente las víctimas escogidas son turistas que visitan la ciudad, aunque a raíz de las restricciones de movilidad establecidas debido a la Covid-19, la situación ha cambiado y las víctimas con residencia o trabajo en Barcelona han aumentado, especialmente las más vulnerables.
En muchos casos el robo o el hurto derivan en situaciones de alteración del orden público, en ocasiones debido a la resistencia que hacen las víctimas a ser robadas, o incluso una vez consumado el hecho delictivo, por el reparto de botín entre los mismos autores.
La finalidad del dispositivo también contempla la prevención de delitos contra el tráfico de drogas a pequeña escala, el consumo de bebidas alcohólicas, orinar o defecar en la vía pública u otras actividades ilegales.
La acción policial que se mantendrá los próximos días, se realizará en base a criterios de los investigadores y del Grupo de Delincuencia Urbana que trabajan intensivamente patrullando las calles de la ciudad con el objetivo de detectar personas que cometen hechos delictivos o actos preparatorios para cometerlos. El dispositivo se basará también en información estrictamente policial relacionada con personas sospechosas y habituales que reiteradamente actúan en la ciudad y que están especializados en robos violentos en la calle o hurtos.
Este dispositivo se realiza en base a los criterios del Plan Tremall, basado en la transversalidad de los diferentes servicios regionales, que se volvió a activar a principios del mes de junio coincidiendo con la fase de desescalada. El objetivo es aumentar la presión policial en las zonas más afectadas por la multirreincidencia, principalmente en los distritos de Ciutat Vella, Eixample, Sant Martí y Sants-Montjuïc, con patrullaje uniformado y de paisano.
En este sentido, participan agentes de seguridad ciudadana y hurones de las comisarías del Eixample y Ciutat Vella, del Área Regional de Recursos Operativos y del Área de Seguridad del Transporte Metropolitano.