29-6-2020 / El Procicat ha aprobado el Plan sectorial de reanudación de la normalidad en el ámbito residencial. El nuevo documento quiere dar respuesta a las necesidades de las personas que viven en centros residenciales, incidiendo sobre todo en la articulación intensiva y coordinada de medidas que promuevan la identificación precoz de los casos y su manejo adecuado para evitar la propagación de la Covid-19 dentro de los centros y entre otros residentes.
Durante la nueva ‘fase de reanudación’ la priorización es recuperar al máximo la normalidad dentro de los centros residenciales pero siempre garantizando las medidas de prevención y seguridad adecuadas, dada la vulnerabilidad de los residentes y las características especiales de entornos de convivencia comunitaria, para evitar contagios o rebrotes y una rápida y efectiva actuación cuando se detecten.
De esta manera el Plan sectorial de reanudación de la normalidad en el ámbito residencial incide en los siguientes aspectos:
1.- La detección precoz de casos y la gestión de los aislamientos de personas que viven en residencias
2.- Aceptación de ingresos a los centros residenciales
3.- Visitas de familiares y salidas de residentes
4.- Recuperación de la normalidad convivencial y las actividades en los centros
5.- Recomendaciones generales para profesionales
El documento establece los criterios y las recomendaciones para la sectorización de espacios, la detección precoz de casos, aislamiento de los pacientes en las residencias, entre otros. Cada centro tiene que aplicar estas medidas adaptando la organización en función de su estructura y recursos y las características y necesidades de las personas que conviven.
El Plan propone que todos los residentes y profesionales que trabajan en los centros (excepto los que no sean ya casos confirmados o probables de covid-19 o hayan superado la enfermedad) sean objeto de control clínico y epidemiológico diario para incidir en una detección precoz.
Por otra parte, las residencias categorizarán los espacios en función de los grupos de riesgo que acojan en zonas verdes, amarillas y rojas.
En las primeras se ubicarán las personas sin covid-19. Los espacios amarillos están reservados principalmente para residentes sospechosos de infección, pendientes de evolución y confirmación diagnóstica, así como para residentes que puedan estar en cuarentena por contacto estrecho con un caso sospechoso o confirmado e ingresos procedentes desde domicilio que deben restar un período en aislamiento de forma preventiva. Finalmente, los espacios rojos alojarán los residentes que sean casos confirmados de covid-19.
Aceptación de ingresos nuevos
Para poder realizar nuevos ingresos, el centro residencial debe cumplir criterios de estabilidad en relación con su situación de control de la infección por coronavirus SARS-COV-2, según valoración del equipo territorial de Salud Pública. Por ello se mantiene la clasificación de las residencias en rojas, naranjas y rojas, según su situación respecto a la covid-19.
Clasificación verde: Posibilidad de ingresos en residencia sin casos de covid, correctamente sectorizada.
Clasificación naranja: Posibilidad de ingresos en residencias clasificadas como Es decir, residencias con casos de covid, correctamente sectorizada (con zonas rojas, zonas amarillas y zonas verdes) y el brote controlado.
Clasificación roja: Se deniegan los ingresos a los centros que aún no muestren un control adecuado de la infección, hasta su estabilización. Se trata de residencias con casos de covid-19, en situación no controlada, ya sea por la dificultad de sectorización o la aparición de nuevos casos.
Las personas que ingresen deben disponer de una PCR negativa realizada en un plazo inferior a las 24-48 h los días previos preferiblemente, nunca más allá de 5 días, así como la declaración de la familia conforme no ha estado en contacto estrecho con ningún caso sospechoso, probable o confirmado de covid-19 en los últimos 10 días.
Las personas que ingresen deben permanecer en aislamiento durante 10 días. Aquellas ingresos que proceden de ingresos hospitalarios, sociosanitarios u otros recursos residenciales donde han estado en aislamiento preventivo pueden ingresar directamente en zona verde.
Visitas familiares
Las visitas se autorizan a personas que viven en residencias clasificadas como verdes y naranjas. Se deniegan las visitas a los centros que aún no muestren un control adecuado de la infección, hasta su estabilización, según criterios de Salud Pública (clasificación roja). En estos casos se autorizará las vistas de familiares cuando el soporte y proceso de atención a las personas lo aconsejen y especialmente en situación de final de vida.
En esta fase de transmisión comunitaria, todas las visitas deben estar autorizadas por los centros mediante cita previa y los centros mismos deben suministrar información en relación con cuáles son las condiciones en que pueden realizarse. Cada centro establecerá las franjas horarias de visita y su aforo máximo en función de sus instalaciones (disponibilidad de salas específicas, espacios externos, etc.) y la disponibilidad de personal para la supervisión.
Mientras exista transmisión comunitaria, es preferible una visita semanal para residente y que el familiar (máximo de 3) sea el mismo en periodos no inferiores a 10 días. La duración de la misma y número de familiares dependerá de la capacidad organizativa del centro.
En las residencias que dispongan, se recomienda habilitar un espacio para visitas exterior donde se puedan mantener las distancias de seguridad y las condiciones de los residentes sean las más favorables. Asimismo, también se recomienda para reducir la circulación de visitas a los centros, paseos por el exterior del centro acompañados por familiares.
Salidas de corta duración, fines de semana y vacaciones
Después de más de tres meses de aislamiento, los residentes y familiares, tienen derecho y necesidad de reencontrarse recuperando al máximo la situación anterior a la pandemia siempre que sea posible y en función de la evolución de la pandemia. Por ello, el Plan también contempla la recuperación de actividades como salir a la calle a hacer paseos, visitas a casas de familiares o pasar las vacaciones en familia
Así, los residentes más autónomos pueden salir solos siempre y cuando tengan capacidad para cumplir los criterios y las medidas de protección establecidas tales como el uso de mascarilla y el cumplimiento de la correcta higiene de manos. También se podrán autorizar salidas largas (de un día) para salidas familiares.
Por norma general hay que realizar las salidas acordadas previamente y previa firma de un documento de declaración responsable (por parte del residente o del familiar). A la vuelta al centro deberá desinfectar el calzado y / o silla de ruedas / Andadores, en su caso, hacer higiene de las manos y cambiarse de ropa, que se llevará a lavar a 60⁰C.
En el caso de salidas de fin de semana y vacaciones también se seguirá el mismo procedimiento. Asimismo, para estancias superiores a 3 semanas, hay que hacer aislamiento preventivo en zona amarilla, de retornos, hay cribado sintomático estricto, medidas de higiene estrictas (higiene de manos, mascarilla en espacios comunes), reducir las actividades comunes que impliquen compartir material o pongan en peligro el mantenimiento de la distancia de seguridad.
La dirección de la residencia es necesario que planifique y pacte con las familias para hacer un retorno escalonado y controlado de los residentes, de manera que pueda hacer una supervisión cuidadosa de los reingresos. Es muy importante la colaboración de las familias manteniendo las medidas de prevención para reducir el riesgo de contagio, por la seguridad tanto de su familiar como del resto de residentes.
Recuperación de la normalidad convivencial y las actividades en los centros
Dada la actual pandemia de Covid-19, desde mediados del mes de marzo las personas que viven en las residencias de Cataluña han requerido de un período o situación de confinamiento, en coherencia con la situación epidemiológica y el correspondiente estado de alarma . Este confinamiento tiene múltiples implicaciones inherentes, como pueden ser el impacto psicoemocional y la pérdida de la autonomía personal y de las relaciones interpersonales, entre otros.
Dada la actual tendencia a la mejora de la situación epidemiológica, así como a la necesidad de poder recuperar la interacción y reencontrar los vínculos entre los residentes, ha llegado el momento de recuperar la normalidad de la actividad en las residencias, siempre con las máximas precauciones.
En una situación de reanudación de normalidad en el entorno de las residencias, hacer visitas al exterior, abrir las visitas a familiares, ir a domicilio familiar, entrada de profesionales externos, entre otros, incrementa el riesgo de que pueda entrar de la exterior la infección. Así, aparte de medidas generales para la prevención y control de la infección en los espacios cerrados, hay que avanzar en fórmulas de organizativas que reduzcan el riesgo de contagio cruzado entre residentes y profesionales.
Se propone pues la organización de núcleos sociales estables con los mismos residentes y profesionales, como estrategia para reducir el riesgo a la hora de organizar actividades comunitarias y grupales en el interior de los centros. Los residentes deberían estar divididos según unidades estables de convivencia de residentes y profesionales alrededor de 10-15 personas, según posibilidades organizativas de la residencia.
Los residentes que conformen un grupo de convivencia podrán compartir espacios comunes habilitados para cada grupo (salas de estar-comedor, zonas del jardín o terrazas) o bien espacios comunes a todos los grupos que se deberán limpiar entre uso y uso (por ejemplo , espacio de rehabilitación).
El Plan sectorial de reanudación de la normalidad en el ámbito residencial es un marco general de criterios y recomendaciones que pueden verse modificados según la evolución de la epidemia de la COVID19 y de la evidencia disponible. La diversidad de tipos de centros residenciales y personas que viven requerirá adaptaciones en su aplicación, siempre respetando las indicaciones de seguridad.