26-5-2020 / Los Mossos de Esquadra han denunciado penalmente a un hombre de 71 años, de nacionalidad española y vecino de Barcelona, para intentar vender y empeñar por 200.000 euros una obra de arte falsamente atribuida a Pablo Picasso.
La investigación se inició a finales de 2019 cuando los Mossos tuvieron conocimiento de que un empresario barcelonés estaba intentando en una entidad bancaria conseguir un préstamo pignorado por valor de 200.000 euros, para lo cual pretendía avalar el crédito con el falso cuadro.
La obra con el nombre «le Peintre» iba acompañada de un certificado de autenticidad emitido supuestamente por la hija del artista y de un contrato de compraventa, firmado en 1994 por un valor de 110 millones de pesetas, así como también llevaba diferentes adhesivos de varias galerías de Londres y París, con el fin de dar más relevancia a la pieza.
La Unidad Central de Patrimonio Histórico, sin disponer de la obra, contactó en París con Picasso Autentificación, entidad encargada de velar y proteger el legado de Pablo Picasso, y la respuesta de la fundación fue tajante: la obra era una falsa atribución y el certificado que la acompañaba no podía ser de la pieza en cuestión.
Fruto de las gestiones policiales, los investigadores determinaron que la persona que ofrecía esta obra como auténtica era conocedor de su falsedad. En otra ocasión ya la había intentado vender, pero el comprador mantuvo las normas de cuidado en este tipo de transacciones y hacer consultas con una sala de subastas de Barcelona, donde le indicaron que la obra era falsa.
Ante estos hechos, los investigadores denunciaron penalmente al hombre que sabiendo de su falsedad la había estado intentando colocar como original. Además, con el fin de evitar perjuicios de otros potenciales compradores, intervenieron la obra y la documentación que la acompañaba.
Los agentes, al examinar la pieza observaron que se trataba de una copia de un original de Picasso con el mismo nombre y año. La copia había sido impresa en tinta sobre tela, y posteriormente retocada con pinceladas de pintura.
El cuadro también había sido sometido a diferentes procesos artificiales de envejecimiento, y llevaba adheridas en su reverso etiquetas de conocidas galerías y casas de subastas. Con estas modificaciones, el autor de la falsificación, habría intentado simular una pátina del tiempo y crear una falsa trazabilidad de la obra para generar confianza en los compradores y aumentar su valor en el mercado del arte.
Tot i que pugui semblar autèntic, aquest no és un Picasso original. Intentava aconseguir un préstec bancari de 200.000€ fent servir com a aval una obra falsa del genial pintor. Denunciat penalment https://t.co/uCbT2A0B0s pic.twitter.com/3F69Smd704
— Mossos (@mossos) May 26, 2020