6-4-2020 / El concejal Eloi Badia, responsable del los servicios funerarios y cementerios de Barcelona, ha informado hoy que ante el aumento de las defunciones por el coronavirus Covid-19, seguramente a partir del miércoles se tendrán que restringir las cremaciones.
El concejal ha explicado que antes de la emergencia sanitaria los entierros en cementerios representaban algo más del 40% y las incineraciones pasaban del 50%, pero que a raíz de las muertes por coronavirus la demanda de incineraciones ha crecido hasta picos de casi el 80%.
Se da la circunstancia de que el crematorio de Collserola, que tiene tres hornos, no está operativo desde el pasado verano ya que incumplía la normativa relacionada con la legislación del cambio climático. Este crematorio es el más antiguo de España. Por ahora, solo funciona el crematorio de Montjuïc equipado con cuatro hornos. A finales del pasado mes de enero, a las puertas de aumentar las defunciones por el coronavirus, ya quedó saturado según informó el digital Metrópoli Abierta.
Ante la imposibilidad de atender en un tiempo prudencial las cremaciones, que ahora tardan entre una semana y 10 días, el Ayuntamiento ha comunicado que los difuntos que no puedan ser incinerados serán inhumados de forma provisional por un periodo de dos años. Posteriormente, se procederá a la incineración sin coste adicional para los familiares del fallecido.
Ayuntamiento de Barcelona ha reforzado el servicio de enterramientos en la ciudad para hacer frente al aumento de defunciones. Por este motivo, teniendo en cuenta la subida de la demanda de servicios que se han producido en las últimas semanas, el Ayuntamiento prevé limitar, durante el tiempo concreto que dure la emergencia sanitaria, el número de incineraciones para garantizar el servicio. La medida excepcional se aplicará sólo el tiempo necesario para que no se produzca ningún tipo de saturación.
Ante estas circunstancias, el Ayuntamiento también ha trasladado a la Generalidad de Cataluña la necesidad de restringir la presencia de familiares en las ceremonias de despedida esta misma semana para garantizar que no se produce ninguna demora.
Según ha explicado, los servicios funerarios se han reforzado de forma que se pueden realizar en la ciudad unos 150 entierros al día, además de 80 cremaciones. En los entierros se permite la presencia de un máximo de tres personas en el momento de llevar el féretro al nicho que le corresponde, mientras que en las cremaciones no se permite la presencia de personas.
Al estar desbordados los servicios funerarios, en las dependencias de los tanatorios pueden estar en depósito hasta casi 1.500 féretros. Es lo que sucede con el aparcamiento de vehículos del tanatorio de Collsorola, repleto de féretros. Dos de su tres plantas se han reconvertido en depósito de féretros, para lo cual se han climatizado con frío.
Señalar, por otra parte, que también ha quedado fijado el precio máximo de los servicios funerarios básicos en la ciudad. A partir de ahora, ningún servicio básico podrá superar los 2.500 euros. El precio queda establecido en 1.948,10 euros en cuanto a los servicios funerarios y 540 euros si se opta por un entierro o 550 euros en el caso de las incineraciones.
La Generalidad de Cataluña ha aceptado la propuesta del gobierno municipal para garantizar el acceso básico y universal a los servicios funerarios en la ciudad de Barcelona. También se mantiene la opción de acceder a los servicios bonificados o gratuitos en caso de familias en situación de vulnerabilidad o ingresos bajos. Las familias que opten por el servicio básico y dispongan de un seguro tendrán derecho a la devolución de la parte correspondiente.
Atendiendo que las circunstancias actuales pueden suponer una tensión emocional para los familiares que sufren una pérdida, Cementeris de Barcelona habilitará, una vez se supere la crisis sanitaria causada por la Covid-19, espacios dentro de los recintos para que los familiares puedan realizar una despedida, sin coste alguno.
Por otra parte, y con la voluntad de poder acompañar a las familias que ha sufrido un pérdida, también se facilitará a los familiares un teléfono de apoyo emocional que el Ayuntamiento ha acordado desplegar conjuntamente con el Colegio Oficial de Psicología de Cataluña.
Además, también se ha habilitado a través de la Oficina de Asuntos Religiosos la posibilidad de las familias de tener un servicio religioso, poniéndolos en contacto con los referentes de sus comunidad respectivas.