10-12-2019 / El Ayuntamiento de Barcelona ha entregado las viviendas destinadas a jóvenes de entre 18 y 35 años de la promoción construida por el Instituto Municipal de la Vivienda y Rehabilitación de Barcelona (IMHAB) en el recinto fabril de Fabra i Coats, en el barrio de Sant Andreu. El precio de la obra ha sido de 6,3 millones de euros más IVA.
También se han entregado las llaves de 5 de estas viviendas en el ICUB, que los gestionará como residencias de artistas que trabajan en la red de fábricas de creación y que hacen estancias en la ciudad a través de intercambios.
Se trata del primer edificio de vivienda de alquiler público que se edifica en el interior de una nave industrial, aprovechando y conservando la estructura exterior de la fábrica, pero en la que la construcción interior, totalmente nueva, se ha hecho esencialmente con estructura de madera, lo que genera un muy bajo impacto ambiental y reduce los plazos de construcción.
Se trata de un sistema llamado ‘construcción dentro de construcción’, que se separa de las fachadas existentes y aprovecha al 100% la capacidad resistente de la estructura original. De hecho, una de las características que hacen singular esta obra, diseñada por el equipo de arquitectos Roldán y Berengué, es que es reversible porque mantiene y recupera las características esenciales del edificio original y de sus espacios.
Por otra parte, el sistema de aerotermia instalado es altamente eficiente para la producción de ACS y calefacción. Además, junto con estrategias pasivas, como la protección solar y la ventilación cruzada, hace que se consiga una certificación energética A. Y por último, los materiales utilizados, son reciclados, reciclables y de bajo coste energético.
El nuevo edificio que se incorpora al parque de vivienda pública de la ciudad, y que inició las obras en junio de 2017 en la antigua nave G del recinto fabril de Fabra i Coats de Sant Andreu, tiene acceso por la calle Parellada, 9.
Consta de 44 viviendas de dos dormitorios, y 2 viviendas adaptadas de 1 dormitorio. La superficie construida media de las viviendas es de 64 metros cuadrados.
Estas viviendas han quedado perfectamente integrados en una fábrica que se construyó en 1905, y que sufrió dos ampliaciones a lo largo del siglo XX, la primera hacia 1923 y la segunda después del año 1950. Los materiales y las texturas hacen reconocer el carácter industrial de la nave, y de hecho se han conservado en alguna de las fachadas y espacios interiores elementos que identifican y conservan la memoria de la actividad relacionada con la industria del hilo que se desarrollaba en la fábrica.
Otra característica del nuevo edificio de vivienda pública de Can Fabra es la creación de grandes espacios comunes que las familias que vivirán podrán compartir y utilizar según sus necesidades.
Una parte de estos grandes espacios comunes interiores se han aprovechado para ubicar aparcamientos de bicicletas para las familias. En total, hay 46 plazas de aparcamiento. Pero será la comunidad de vecinos y vecinas que acabará decidiendo sobre la misma de estos espacios. Arquitectónicamente estos espacios comunes se caracterizan porque conectan visualmente y en diagonal el vestíbulo de la planta baja y las cerchas de la cubierta.
Otra singularidad de la obra que ha llevado a cabo el Ayuntamiento de Barcelona a la nave G de Can Fabra es que hay habilitado un espacio de ensayo para la colla castellera Jove de Barcelona. Se trata de una parte de la nave con un gran vacío central de aproximadamente 10 metros por 10 metros con el techo a 9 metros de altura, y que incorpora otros espacios menores distribuidos debajo, encima y al lado de este vacío central.
Fotos: Ayuntamiento de Barcelona