7-11-2019 / La semana pasada se detectó una enfermedad de posible origen vírico en el grupo de delfines del Zoo de Barcelona. Inmediatamente, el equipo de cuidadores y el servicio veterinario iniciaron una vigilancia estrecha y tratamiento de los animales.
Hasta ahora, tres de ellos han respondido adecuadamente y a pesar de manifestar algunos síntomas moderados de enfermedad, mantienen una evolución favorable.
Desgraciadamente, la hembra del grupo, Anak, no respondió de la misma manera y mostró un proceso con afectación digestiva que se fue agravando y complicando en el tiempo. El equipo del zoo le dedicó una atención extraordinaria, poniéndola bajo vigilancia y terapia intensiva y seguimiento de sus parámetros hematológicos y bioquímicos. Se recurrió también al asesoramiento por veterinarios especializados en la medicina de los cetáceos.
A pesar de estos esfuerzos, y a pesar de conseguir una estabilización inicial, el Anak no ha respondido a los tratamientos y finalmente murió ayer noche. La causa final del fallecimiento la determinará la necropsia que se realizará.
El delfín Anak era la matriarca del grupo de delfines alojados en el zoo de Barcelona, donde llegó en octubre de 1990. Contaba aproximadamente 34 años, una edad bastante avanzada para estos ejemplares que pueden llegar hasta los 40 años de vida. Durante estos años tuvo 4 hijos, dos machos y dos hembras.
El más joven de ellos, el Nuik, vive todavía en el delfinario del Zoo y otros dos, Leia y Kuni, están ahora en el Oceanográfico de Valencia. Actualmente el Anak estaba siguiendo con el resto del grupo el plan de entrenamiento y adaptación necesarios para preparar el anunciado traslado de los delfines del zoo a una nueva instalación.
La dirección, el personal del zoo y sus cuidadores lamentan la pérdida de un animal tan querido.
En 2015 la alcaldesa Ada Colau, al acceder al cargo paralizó la ampliación del delfinario que había proyectado el anterior alcalde, Xavier Trias. Después, en 2016 envió dos delfines al Oceanográfico de Valencia y se dejaron de realizar las exhibiciones de delfines. Entonces, se dijo que se clausuraría el delfinario, cuyas reducidas dimensiones lo hacen inadecuado para albergar delfines, pero la medida aún no se ha ejecutado. En estos momentos quedan en el Zoo de Barcelona tres delfines machos.