30-9-2019 / La cooperativa La Balma, formada por 33 personas agrupadas en 19 unidades familiares, se dispone a construir unedificio de viviendas en el solar municipal de la calle Espronceda 131-135, en el barrio de Provençals del Poblenou.
Se trata de una de las primeras iniciativas de covivienda impulsada en la ciudad a partir de los procesos de adjudicación de solares municipales (mediante licitaciones públicas destinadas a proyectos de covivienda) que puso en marcha el Ayuntamiento de Barcelona durante el mandato pasado.
En este caso, la cooperativa La Balma inicia las obras de un edificio de 20 viviendas y 2 locales comerciales, uno de los cuales está previsto que lo cedan a una entidad del barrio para contribuir a crear vínculos comunitarios con el entorno. Como en otros proyectos de covivienda que ya se están desarrollando en la ciudad, éste se caracterizará por un diseño que reserva espacios del edificio a zonas para fomentar la convivencia entre las familias que vivirán.
Unos espacios, y unas viviendas que de hecho han sido diseñados de forma colectiva por las familias cooperativistas de acuerdo con sus necesidades. Son ellas las que, además, financiarán una obra que tiene un presupuesto de 1,8 millones de euros, con el apoyo de la entidad Fiare.
De acuerdo con las necesidades de las familias impulsoras del proyecto, se han diseñado tres tipologías de viviendas: «pequeños, medianos y grandes (S, M, L)», como los describen ellas mismas.
Sin embargo, estas viviendas estarán construidas con un método edificativo que permitirá fácilmente modificar los espacios interiores de las viviendas adaptándolos a sus cambios vitales y dotándolos de una gran flexibilidad en la configuración del edificio.
Así pues, se parte de 20 viviendas tipo «S» y 20 espacios comunitarios de 13 m², que se pueden incorporar a las viviendas según las necesidades. Las tres tipologías de viviendas son las siguientes:
– Los «S» hacen 50 m² útiles (1 dormitorio)
– Los «M» hacen 62 m² útiles (2 dormitorios)
– Los «L» hacen 75 m² útiles (3 dormitorios)
Los espacios comunitarios son una cocina-comedor, una lavandería, un baño completo comunitario, y se contempla una reserva de espacio comunitario repartido por diferentes plantas sin uso definido para incorporar otros usos que pueda necesitar la cooperativa en el futuro.
Además, el proyecto incorpora criterios ambientales y de ahorro energético, así como elementos para favorecer la movilidad sostenible de sus inquilinos (como es la reserva de un espacio para aparcamiento de bicicletas). En la cubierta, se ha reservado también un espacio para un huerto ecológico.
