Barcelona 7-5-2019 / El candidato a la alcaldía de Barcelona Manuel Valls ha participado este martes en el coloquio organizado por Barcelona Global y La Vanguardia Objetivo Barcelona, 50 preguntas para los candidatos. El alcaldable ha destacado que las próximas elecciones del 26 de mayo son «las más importantes desde 1979» y se debe alcanzar el objetivo de ser «capital catalana, española, europea y mediterránea».
La presentación del debate ha estado a cargo de Pau Guardans, presidente de Barcelona Global, que ha destacado, en referencia a Valls, que «tiene el currículum más impresionante de todos los candidatos». El presidente ha recordado que «Barcelona necesita una visión metropolitana para ser una ciudad global» y debe «mirar al mundo de forma más plural».
Valls ha recordado que es «urgente» cerrar la etapa de la actual alcaldesa Ada Colau, al igual que evitar que la «ciudad caiga en manos del separatismo que representa Ernest Maragall». Según el alcaldable Barcelona «no puede tener sólo un color amarillo, debe tener todos los colores y ser una ciudad abierta», por eso se ha erigido como «el cambio que Barcelona necesita» gracias a los 12 compromisos y 175 propuestas que presentó la semana pasada.
El coloquio se ha centrado en cinco grandes bloques basados en: 1. Búsqueda de talento; 2. Turismo; 3. Cultura; 4. Innovación social y 5. Vivienda y urbanismo
El candidato ha destacado que para conseguir talento «tenemos que trabajar junto a las empresas, universidades y administraciones» y tener una «Barcelona abierta, bien gestionada, segura y limpia, que cree ocupación, que atraiga talento e inversiones y que genere confianza». Valls ha puesto de relieve que Barcelona «necesita liderazgo y no activismo», además de una «colaboración con la Generalitat y el Estado» para «defender los intereses de la ciudad».
«El turismo aporta el 15% del PIB y 140.000 puestos de empleo en Barcelona», ha destacado Valls, que asegura que se ha puesto al sector «en riesgo» por verlo como «un enemigo» y por la inseguridad que padece la ciudad, acentuada en barrios como el Raval donde se ha vuelto a instalar «la prostitución, las drogas, la delincuencia o la ocupación del espacio público». El alcaldable ha apostado por «tolerancia cero» ante los problemas de seguridad, con una mayor presencia policial, y mejorar «la calidad del turismo» con propuestas como la revisión del PEUAT, nuevos planes para atraer visitantes y la creación del consorcio de comercio para abrir el debate de que la actividad comercial esté activa los domingos.
«Barcelona ha perdido fuerza como polo cultural ante otras ciudades españolas y europeas», ha destacado el candidato. Ha apostado por «un cambio de fase y un impulso» en sectores como el libro, la música o el teatro, y la cultura latinoamericana para «volver a ser una gran capital cultural». Valls ha abogado también por crear un eje cultural entre Montjuïc y el Paral·lel para recuperar «el gran boulevard artístico».
Para Valls es «inaceptable» la desigualdad y el porcentaje de personas bajo el lindar de pobreza que hay en Barcelona y ha asegurado que «luchará decididamente» ante este fenómeno, al igual que el del «cambio climático». «Todas las políticas municipales deben estar orientadas a objetivos sociales», ha instado el alcaldable, que ha apostado por «trabajar junto al tercer sector, crear una concejalía de familias y gente mayor y facilitar la escolarización de 0 a 3 años».
El candidato ha animado a la «colaboración público-privada» para los temas de vivienda y urbanismo, impulsando la construcción de 10.000 viviendas con un elevado número destinado al alquiler asequible, otras 10.000 en el resto del área metropolitana y 20.000 gracias al sector privado. Valls ha propuesto la creación de nuevas centralidades con una perspectiva metropolitana, completar las infraestructuras de movilidad pendientes y dar prioridad a obras como la estación de la Sagrera que sirvan como “eje de unión” para los barrios de la ciudad.