Fallecen dos bebés prematuros en el hospital Vall d’Hebron

Barcelona 30-4-2019 / Dos bebés prematuros extremos fallecieron en el hospital Vall Hebron los días 22 y 24 de abril según informaron ayer responsables del centro. Un bebé nacido a las 24 semanas con 680 gramos de peso y un bebé nacido a las 25 semanas con 485 gramos.

El bebé de 680 gramos nació el 15 de abril y tres días después presentaba un cuadro de sintomatología compatible con enterocolitis y un cuadro de sepsis. El bebé de 485 gramos nació el 16 de abril y seis días después presentaba un cuadro de sintomatología compatible con enterocolitis y un cuadro de sepsis. En ambos casos se realizó tratamiento sintomático, soporte vital y terapia con antibióticos de amplio espectro.

 

Como explica la doctora Rocío Cebrián, subdirectora asistencial del Vall Hebron, «la enterocolitis es una enfermedad muy frecuente entre los prematuros, que causa la inflamación del intestino y facilita el paso de las bacterias en la circulación sanguínea». En ambos casos, como añade Rocío Cebrián, «el germen asociado a la sepsis ha sido la Klebsiella pneumoniae BLEE, una bacteria multirresistente». Por lo tanto, la causa de la muerte es «una combinación de las complicaciones derivadas de la extremada fragilidad propia de los niños prematuros sumadas a la sepsis».

La extremada prematuridad y el bajo peso de los bebés son factores que influencian de forma muy considerable en la probabilidad de supervivencia. «En los bebés nacidos con menos de 700 gramos, la supervivencia en todo el Estado es del 46% mientras que en Vall d’Hebron es del 80%. Hace 10 años, el límite de la viabilidad de los bebés estaba en 24 semanas y 500 gramos», agregó la Dra. Rocío Cebrián.

La doctora Magda Campins, jefe del Servicio de Epidemiología y Medicina Preventiva de Vall d’Hebron, ha señalado que »la presencia y contagio de estas bacterias no es una situación excepcional en los hospitales y menos en una UCI debido al extenso uso de antibióticos y de mucha instrumentación».

Además, Vall d’Hebron ha aplicado las medidas necesarias para evitar nuevas complicaciones asociadas a esta bacteria. «Hemos realizado análisis para descartar fuentes ambientales de la bacteria. También estamos estudiando todos los 45 bebés ingresados ​​y hemos detectado la presencia de la bacteria en ocho niños que no presentan síntomas. No se trata de un hecho excepcional, ya que esta bacteria es frecuente en los hospitales. Estos bebés reciben la atención sanitaria para evitar que desarrollen una infección», explicó Magda Campins.

Contacto: barcelonaaldia21 (arroba) gmail.com

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