Barcelona 31-3-2019 / La nueva avenida de la Riera de Cassoles ha estrenado hoy esta nueva denominación defenestrando del nomenclátor barcelonés la denominación de avenida Príncipe de Asturias. Esta novedad se suma a la finalización de las obras de reurbanización de la vía, que ya están prácticamente terminadas para dar paso a un vial más pacifico y con más espacio para los peatones.
El Distrito ya ha procedido al cambio de placas de la avenida, que pasa a llamarse Riera de Cassoles. El cambio es fruto de una iniciativa liderada por la Plataforma Riera de Cassoles, que se constituyó el 2015 después de que el Ayuntamiento de Barcelona aprobó promover el cambio de nombre de unas 12 de plazas y calles de la ciudad dedicados a personalidades de la aristocracia borbónica. El nombre recupera la denominación del arroyo de Cassoles, frontera natural con el antiguo municipio de Gràcia con Sarrià-Sant Gervasi, coincidente con el trazado actual del vial.
El objetivo principal de la actuación ha sido aumentar el espacio para el peatón, revitalizar la avenida y mejorar la conexión entre barrios por donde confluye la avenida, que une la plaza de Lesseps y la Vía Augusta, en los distritos de Gràcia y Sarrià-Sant Gervasi. La inversión ha sido de unos 4,6 millones de euros.
El proyecto de renovación ha recogido las peticiones e inquietudes de los vecinos, que manifestaron la voluntad de disponer de una una vía pacificada. Por ello, se han ensanchado las aceras y se han creado elementos como más zonas de estancia para el descanso de los peatones, más pasos de peatones y más arbolado.
Con la remodelación, la avenida ha pasado a tener tres carriles de circulación, dos en sentido descendente -uno para autobús y uno para coches- y un único carril en sentido ascendente compartido para coche y autobús. Antes, la calzada tenía cuatro carriles en total.
La disminución de espacio reservado para vehículos ha hecho posible ganar para los peatones. Así, a lo largo de toda la traza de la avenida las aceras nuevas son de unos 4,5 metros, más anchas que las de antes de la remodelación, que eran de entre 2,20 y 3,10 metros. La ampliación de aceras ha permitido la plantación de árboles, una especie propia de la ribera de los arroyos, rememorando el arroyo de Cazuelas.
La calzada es de 11 metros de ancho, que dan cabida a los tres carriles de circulación y un carril adicional de 1,80 metros que va variando su función a lo largo del trazado, quedando para carga y descarga, contenedores o aparcamiento de motocicletas.
Además, en cuanto a iluminación, se han eliminado las farolas existentes y se han ubicado otras más eficientes energéticamente. En cuanto a la pavimentación, se han utilizado materiales que favorecen la reducción de la contaminación acústica. También se ha incorporado nueva vegetación y mobiliario urbano en ambas aceras, y dos puntos de recarga lenta para motocicletas eléctricas.
Fotos: Ayuntamiento de Barcelona