Barcelona 8-2-2019 / Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) ha aprobado hoy iniciar el proceso para adquirir 42 trenes de cinco coches cada uno para la red de metro de Barcelona, para sustituir la totalidad de las series 3000 y 4000, que constituyen la mayoría del material rodante de las líneas 1 y 3.
Con la retirada de estos trenes, los más antiguos del parque móvil de Metro, se acelera un proceso de renovación que aumentará la fiabilidad del servicio y eliminará una parte de la presencia de amianto en la red.
El próximo paso será la publicación del anuncio de la licitación, para que los fabricantes preparen y presenten sus ofertas. El concurso se ha dividido en dos lotes, uno de 24 trenes de ancho ibérico, para la línea 1, valorado en 264,6 millones de euros, y otro de 18 trenes de ancho internacional, para la línea 3 , valorado en 182,6 millones. Los licitadores podrán presentar propuestas para cualquier lote o bien una oferta integradora de los dos lotes, que suman un importe de 447,2 millones de euros.
En paralelo TMB gestionará las operaciones de financiación necesarias, a través de las instituciones públicas de crédito y de la banca privada. La previsión es que el concurso se resuelva el próximo otoño y que la entrega de los trenes se desarrolle entre los 30 meses y los 48 meses a contar desde la firma del contrato.
Previamente, en diciembre pasado, el Consejo de Administración de la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM) autorizó TMB a abordar la renovación de los 42 trenes, una operación que contando la financiación supondrá un coste estimado de 555 millones de euros. El importe de la inversión será asumido por la ATM a través de las aportaciones de las administraciones consorciadas los próximos 20 años.
Trenes estrenados los años 80
Los 42 nuevos trenes sustituirán los 18 de la serie 3000 y los 24 de la serie 4000, de características y antigüedad muy similares. Los trenes 3000 se pusieron en circulación en la línea 3 entre 1986 y 1988, mientras que los 4000 entraron en servicio en la línea 1 entre 1987 y 1990. Tienen por tanto unos 30 y años y son los más veteranos del metro de Barcelona. Como es habitual con el material ferroviario, hacia la mitad de su vida útil fueron reformados para actualizar su tecnología, elevar la fiabilidad y mejorar el confort interior.
En la parte final de su vida útil, aumentan las necesidades de mantenimiento de los trenes y los costes asociados, mientras que disminuye su disponibilidad para el servicio diario, lo que en el metro de Barcelona dificulta el cumplimiento de la oferta programada en momentos como los actuales, en los que la voluntad de mejorar frecuencias hace que prácticamente no queden trenes de reserva a la hora punta.
Por otra parte, con el descubrimiento de la presencia de amianto en la pintura bituminosa de parte de los trenes de las series 3000 y 4000, y en algunos componentes de sus sistemas eléctricos, el mantenimiento se ha complicado. Determinadas operaciones en estos trenes sólo las pueden hacer empresas acreditadas con personal especializado y en condiciones de absoluta seguridad ambiental.
De los 210 coches que forman las series 3000 y 4000, en 94 se ha localizado amianto en baja proporción y en estado no friable (que no desprende fibras) como ingrediente de la pintura antirruido que recubre las cajas y los bastidores. La pintura está bien conservada, por lo que no representa ningún peligro para las personas usuarias ni para los empleados de la operación.
Recordemos que en marzo de 2018 TMB aprobó la compra de 12 trenes para la red de metro, que incrementarán el material móvil de las líneas 1, 3, 4 y 5. Los trenes los están fabricando CAF y Alstom, con la previsión de que empiecen a entregarlos a finales de este año. Servirán para mejorar la prestación del servicio en estas líneas, las de mayor demanda. La flota está integrada actualmente por 171 trenes.