Barcelona 29-1-2019 / El Colegio de Arquitectos de Cataluña (COAC) divulgó ayer los datos más relevantes de la construcción en Cataluña en 2018 a partir de los proyectos de ejecución de obra. Destaca que aunque la actividad creció en el conjunto de Cataluña y en la provincia de Barcelona, en la capital catalana desciende con fuerza por segundo año.
En efecto. Según el COAC, en 2018 la actividad constructiva descendió un 20% con respecto a 2017. Y ese año, también descendió en 13% respecto de 2016. Estos datos son un severo varapalo para el gobierno de Ada Colau que recientemente ha impuesto que los promotores deben reservar un 30% de la vivienda que construya a la del tipo ‘social’ para ponerla en el mercado a precios asequibles. Esta condición entra en vigor si la promoción es más de 600 metros cuadrados, ya sea obra nueva o rehabilitada.
El sector de la construcción ha considerado siempre que esta medida es contraproducente ya que frenará el ritmo de construcción y se corre el riesgo de que los pisos del mercado libre se encarezcan.
Ayer, en la rueda de prensa, se preguntó a la decana del COAC, Assumpció Puig, si el descenso se puede vincular a la política municipal en esta materia. La decana respondió que «los datos hablan por sí solos. Hace dos años que caen y han pasado una serie de cosas, si es causa-efecto no lo diré yo».
En conjunto en Cataluña, en 2018 se han visado 4.503.486 m2, un 15,27% más que en 2017. Sin embargo, la superficie visada, a pesar de aumentar, sigue muy por debajo de lo que podría considerarse la «normalidad» (estamos un 44% por debajo de la actividad que había en el año 1993).
Según el COAC, el incremento responde en gran medida a los 69 proyectos singulares (más de 10.000 m2) que se han visado en 2018, que suponen un 63% del aumento total.
Los proyectos de mayor envergadura son los que más suben en superficie visada, un 44% (representan 1.227.761 m2 visados). En cambio, los más pequeños suben mucho menos, o bien incluso bajan.
En cuanto la provincia de Barcelona, exceptuando su capital, la subida global es de un 15%. El ascenso responde al aumento de los proyectos de más de 10.000 m2, que suben un 38%, y los de entre 3.000 y 10.000 m2, que crecen un 22%.
En la ciudad de Barcelona se constata un crecimiento negativo (20% menos). Esta situación la provoca sobre todo la caída del 54% de los proyectos de más de 10.000 m2. Es el segundo año consecutivo que la capital catalana presenta un descenso, con niveles similares a los de los 2012/2013, cuando la crisis tocó fondo.