Barcelona 22-12-2018 / El pleno del Ayuntamiento de Barcelona aprobó ayer el primer Reglamento para la equidad de género en el Ayuntamiento de Barcelona, con los votos a favor de todos los grupos municipales excepto el grupo del PP, que se abstuvo.
Esta norma, de obligado cumplimiento, es un marco jurídico que garantiza la igualdad de género en el ámbito municipal y que deberán cumplir los órganos de gobierno y gestión del consistorio en el marco de sus políticas. Pero, también, las empresas o entidades externas que quieran optar a licitaciones o ayudas y subvenciones públicas.
De este modo, se ponen las bases de un modelo público, pero también incentivando al privado, para alcanzar la igualdad efectiva entre mujeres y hombres, sin ningún tipo de discriminación por razón de sexo o de género.
«Hemos avanzado mucho en materia de equidad de género, aprovechando herramientas que tenemos como institución. Así, al tiempo que este Reglamento pionero es exigente a actores externos a través de cláusulas en la contratación, a las subvenciones y otros mecanismos … el Ayuntamiento de Barcelona ha sido el primero en dar ejemplo. Presupuestos con equidad de género, políticas de transversalidad en el urbanismo o la cultura, son compromisos que quedan blindados en el nuevo reglamento. Debemos felicitarnos por los avances hacia una ciudad feminista «, ha explicado la concejala de Feminismos y LGTBI, Laura Pérez.
Una ciudad con perspectiva de género
Esta nueva herramienta que hoy se ha aprobado, y que se pondrá en vigor una vez transcurridos 15 días hábiles a partir del día siguiente de la publicación en el Boletín Oficial de la Provincia de Barcelona, servirá para incluir la transversalidad, la equidad y la perspectiva de género en el conjunto de las acciones del Ayuntamiento.
Para ello, en primer lugar, todos los sistemas de información y análisis del Ayuntamiento de Barcelona recogerán, disgregarán y analizarán los datos con esta perspectiva. Para poder hacer políticas más justas y equitativas entre los sexos. Además, cada mandato se realizará una encuesta de violencia machista sólo de ciudad, centrada en distritos y barrios.
En buena parte, y gracias a muchos de estos datos que hasta este mandato no se recogían con tanta exhaustividad, se podrán hacer mejores políticas municipales. Y para hacerlas, este reglamento también garantiza que los presupuestos municipales sean más equitativos y cuenten con la incorporación de la perspectiva de género. La voluntad, pues, del actual gobierno es llegar -en el margen de cuatro años- a un mínimo del 1% del presupuesto directo para políticas de igualdad (ahora se dedica el 0,4) y un mínimo del 5 % del presupuesto indirecto por acciones de equidad (ahora es el 2,5).
El Reglamento determina que los contratos municipales deben incorporar de forma obligatoria y como condición de ejecución, cláusulas sociales orientadas a fomentar la igualdad de género entre las personas implicadas en la ejecución del contrato. Estas serán relativas a la obligatoriedad de implementar medidas de fomento de la igualdad, de aplicar medidas contra el acoso sexual y por razón de sexo, de garantizar el uso de una comunicación inclusiva, de aplicar mecanismos que faciliten la conciliación corresponsable y la paridad entre hombres y mujeres que podrá afectar al conjunto de las personas que ejecutan el contrato oa determinado perfiles o categorías.
Las empresas con menos de 250 trabajadores, que están exentos por ley de disponer de planes de igualdad de género o de protocolos contra el acoso, si tienen, se verá reconocido en el cómputo en el momento de calcular los criterios públicos para el otorgamiento de contratos.
Además, el Ayuntamiento de Barcelona velará por el cumplimiento de las cláusulas establecidas, haciendo evaluaciones y seguimiento, pero también ofreciendo recursos formativos y asesoramiento a las empresas que lo requieran.
Estos mecanismos de promoción de la igualdad también se valorará entre entidades, asociaciones u organizaciones que opten a ayudas o subvenciones públicas.
De este modo, el Ayuntamiento de Barcelona velará por una institución y una ciudad económicamente más justa y sostenible entre mujeres y hombres, atendiendo a los usos del tiempo, al derecho a cuidar y a ser cuidado y el fomento de un empleo de calidad sin desigualdades de género.
Foto: Ayuntamiento de Barcelona