Barcelona 4-12-2018 / Una cooperativa integrada por personas con discapacidad gestionará quioscos actualmente en desuso. Este es el plan piloto que ha puesto en marcha el Ayuntamiento de Barcelona con dos objetivos principales: explorar cómo debe ser el modelo futuro de quiosco en la ciudad y, por otro lado, conseguir una mayor inclusión laboral de las personas de este colectivo.
El proyecto, liderado por el Instituto Municipal de Personas con Discapacidad (IMPD), ha comenzado con la selección de 25 personas que a partir de ayer lunes, Día Internacional de las Personas con Discapacidad, recibirán formación y asesoramiento durante seis meses para convertirse en los futuros cooperativas del proyecto.
La iniciativa llega después de meses de trabajo intenso durante el que se ha identificado los quioscos actualmente sin actividad y que se quieren mantener en la vía pública como una oportunidad laboral para las personas con discapacidad.
La intención es que los quioscos de la nueva cooperativa puedan proveer otros servicios aparte de la tradicional venta de prensa y revistas que permitan a esta instalación convertirse en un punto de referencia vecinal. Entre ellas se estudia la posibilidad de que se conviertan en un punto de intercambio de libros, un punto wifi y de recarga de móviles, un punto de información municipal y de actividades de las entidades sociales, un punto para la distribución de pedidos o bien un punto de venta de lotería, entre otras opciones. Estas iniciativas servirán también como banco de pruebas para determinar su viabilidad, con la voluntad de que sean incorporadas en el futuro modelo de quioscos.
La idea es que esta nueva cooperativa se constituya como una empresa de inserción laboral, por lo que debería contar como mínimo con un 30% de su personal en situación de riesgo de exclusión. Aparte del inicio de la formación de las personas que serán futuras cooperativistas, el Ayuntamiento trabaja actualmente en la selección definitiva de los 10 quioscos, con la voluntad que estén dispersos por toda la ciudad. Estos puntos serán cedidos por un período inicial de tres años, una vez identificados con detalle los atractivos y potencialidades de actividades diversas y de negocio en cada lugar concreto.
Brecha laboral y salarial
El proyecto del Ayuntamiento de Barcelona está dirigido a un colectivo que sufre una brecha laboral y salarial acentuada en comparación con la población en general, con una tasa de actividad extremadamente baja. Así pues, sólo el 36% de la población con diversidad funcional busca trabajo y sólo el 25,8% tiene.
Estos datos muestran que las oportunidades laborales no son ni suficientemente atractivas ni suficientemente diversas ni inclusivas para estas personas. De hecho, según los datos del Servicio Público Estatal de Empleo, la contratación de personas con discapacidad es aproximadamente un 1% del total de contratos, cuando en realidad las personas con discapacidad declarada en la demanda de empleo son el triple.