Barcelona 27-11-2018 / En 2006, la Cámara de Comercio de Barcelona estableció 28 infraestructuras viarias y ferroviarias clave para el desarrollo económico y social de la región metropolitana de Barcelona.
Doce años después, de estas 28, sólo cinco están en funcionamiento, dos en la red viaria (el tercer carril de la autopista C-32 y la Ronda Oeste de Sabadell) y tres en la red ferroviaria de cercanías (la prolongación a Terrassa, la prolongación en Sabadell y la ampliación del Metro del Baix Llobregat).
Este es el principal dato que se extrae del análisis de la movilidad metropolitana durante los últimos 12 años realizado por la Cámara de Comercio de Barcelona. Este análisis también constata que ya se ha recuperado el volumen de desplazamientos diarios de conexión previo a la crisis y que, como novedad, el transporte público ha consolidado su ventaja respecto del transporte privado en la movilidad entre la ciudad de Barcelona y la exterior.
El informe de la Cámara recoge que las restricciones presupuestarias de los últimos años han provocado la práctica paralización de las inversiones públicas y que cada vez se hacen más patentes los efectos de la falta de ejecución y de proyectos que han sufrido especialmente el sistema de cercanías y la red viaria metropolitana.
Así pues, Barcelona se encuentra ante un panorama de inversiones paralizadas mientras que el número de usuarios del transporte público en el ámbito metropolitano experimenta una tendencia alcista.
Mientras, la red de cercanías gestionada por Renfe ha registrado un descenso acumulado de usuarios del 7,2% entre 2006 y 2017, el metro ha crecido el 10,5% en el mismo periodo, el autobús el 8,6% y las líneas de Ferrocarriles de la Generalidad el 8,1%. Este es el indicador más evidente que hay que afrontar mejoras estructurales en la red de cercanías, si se quiere que ayuden más y mejor a combatir la congestión en los accesos metropolitanos de Barcelona.
Conclusiones
1.- Las administraciones públicas están desatendiendo las necesidades de infraestructuras de movilidad de la región metropolitana de Barcelona.
2.- El retraso acumulado en las actuaciones pendientes tanto en cercanías como la red viaria provoca que los desplazamientos de conexión entre Barcelona y el resto de la región metropolitana no encuentran soluciones eficientes ni en transporte público ni en transporte privado.
3.- Hay que afrontar mejoras estructurales en los alrededores de Barcelona para mitigar la congestión en los accesos metropolitanos de Barcelona y para combatir la creciente preocupación por la calidad del aire y sus efectos sobre la salud de las personas.
4.- Hay que afrontar las deficiencias de funcionalidad y también de conectividad de la red viaria metropolitana.
Retos de futuro
1.- Una planificación previsible, razonada y razonable de inversiones en infraestructuras de movilidad para evitar que las obras se eternicen y que las actuaciones pendientes sigan frenando la competitividad territorial debido a la congestión y el resto de externalidades que se generan.
2.- Una mayor coordinación a nivel estratégico, ejecutivo y operativo entre las diferentes administraciones para garantizar la efectividad de las soluciones de movilidad en un contexto de creciente digitalización y automatización.