Barcelona 8-10-2018 / La alcaldesa de Barcelona Ada Colau, que es la responsable directa de las cuestiones de orden público en la ciudad, procederá en un corto espacio de tiempo a disolver la unidad de antidisturbios de la Guardia Urbana, una cuestión que figura en el programa electoral de su partido, Barcelona en Comú.
Al principio de la legislatura ya se intentó abordar esta cuestión, pero se aplazó y todo apunto que se llevará a cabo cuando quedan pocos meses para finalizar el actual mandato.
La unidad de antidisturbios se denomina ‘Unidad de Soporte Policial’ y la integran unos 150 agentes. Entre sus cometidos figura intervenir en alteraciones graves del orden público, como persecución del ‘top manta’ y en operaciones contra el tráfico de drogas entre otros, pues han sido los que han entrado en los narcopisos junto con Mossos d’Esquadra. También han efectuado labores de vigilancia en el marco de operativos de prevención del terrorismo.
Los agentes que forman parte de la unidad se recolocarán en otras funciones y departamentos de la Guardia Civil. Pero la disolución de esta unidad comportará la creación de otra con similares funciones, aunque también actuará asumirá funciones relacionadas con el medio ambiente y situaciones de emergencias. Previsiblemente se llamará Unidad de Refuerzo a la Proximidad y las Emergencias (URPE). Los miembros que la integren deberán superar una pruebas internas.
Jordi Lima, portavoz del sindicatos SAPOL, manifestó que desmantelar la unidad de antidisturbios obedece a un mandato político y que en el fondo se trata de un cambio de nombre para complacer al electorado que encumbró a Colau a la alcladía.