Se han detenido 15 personas
Barcelona 18-9-2018 / Agentes de Mossos d’Esquadra de la División de Investigación Criminal de Barcelona han desarticulado dos importantes grupos criminales especializados en los robos con fuerza en domicilios.
El operativo policial ha permitido detener 15 personas, de nacionalidad georgiana, de edades comprendidas entre los 26 y los 61 años, como presuntos autores de numerosos robos con fuerza en domicilios de Barcelona y de su área metropolitana. De momento se ha imputado la autoría de 22 robos pero se está trabajando sobre los objetos recuperados en las entradas y registros que los investigadores creen que pueden pertenecer a otras víctimas.
Entre los detenidos se encuentra el líder de una de las organizaciones, un hombre de 53 años, con antecedentes policiales en Rusia y que es considerado como líder de una organización criminal de ladrones de nacionalidad georgiana.
Las dos investigaciones se inició el mes de abril cuando los Mossos localizaron dos grupos que se dedicaban a cometer robos en pisos del Área Metropolitana de Barcelona de forma especializada.
Ambos casos permitieron identificar dos organizaciones y las investigaciones se llevaron por separado tuteladas por juzgados número 5 de los de Gavà y también por el juzgado número 5 de los de Barcelona con la coordinación de la Fiscalía de Crimen Organizado de la Fiscalía Provincial de Barcelona.
Desarticulades dues importants organitzacions criminals especialitzades en robatoris en domicilis. Triaven domicilis que disposaven de caixes fortes. Podreu seguir la roda de premsa al nostre compte de Facebook https://t.co/vHDnjKAkC2 pic.twitter.com/PnOClyXVCj
— Mossos (@mossos) 18 de septiembre de 2018
Ambos grupos operaban de forma similar, como lo hacen las organizaciones integradas por personas de nacionalidad georgiana que operan en España. Los investigadores comprobaron que se trataba de grupos con mucha movilidad que habrían cometido varios robos en Cataluña y en otras zonas del Estado, como Alicante o Sevilla.
Las dos organizaciones, integradas principalmente por personas de nacionalidad georgiana, disponían de una estructura rígida, donde cada uno de los miembros tenía roles perfectamente definidos. Los líderes de las organizaciones eran los encargados de elegir los objetivos y gestionar las ganancias obtenidas de los robos. En niveles inferiores se situaban los lugartenientes, los informadores de objetivos potenciales, los receptadores y, en el último nivel, los ejecutores materiales.
Los encargados de llevar a cabo los robos se dividían en pequeños grupos o baterías formados por cuatro personas, cada una de las cuales estaba especializada en una tarea: la apertura de cerraduras, conducción, vigilancia y contra-vigilancia, etc.
Las diversas baterías intercambiaban sus miembros de manera constante para cometer los robos y, para sus desplazamientos, utilizaban vehículos y el transporte público en el caso de Barcelona ciudad.
Las dos organizaciones seguían un mismo modus operandi
En una primera fase previa a la comisión de los robos los informadores escogían los posibles objetivos y los clasificaban en función de su dificultad a la hora de violentar de éstos, de acuerdo con su ubicación, las medidas de seguridad y el tipo de cerradura.
Posteriormente otros integrantes del grupo se encargaban de colocar «marcadores» en los marcos de las puertas del domicilio (pequeños trozos de plástico transparente de escasos milímetros, casi imperceptibles), con el objetivo de saber si de aquel domicilio había tráfico de personas.
A los tres días de haber realizado estas comprobaciones, los expertos en forzar cerraduras violenta el domicilio con ganzúas o herramientas caseras que se fabricaban ellos mismos. El jefe de la batería se encargaba de elegir los objetos que habían de llevar, mientras otros ladrones mantenían la vigilancia en la calle para alertar a los que estaban dentro de la casa de una eventual presencia de la policía o de vecinos.
Los ladrones llevaban las joyas, relojes, ordenadores y otros dispositivos electrónicos alcanzados nos lo robos a receptadores habituales de la organización que les proporcionaba liquidez inmediata con el dinero en metálico.
El dinero que obtenían se dividían entre todos los miembros de la organización: una parte por la batería que había participado en el robo, otra para los líderes y, una tercera, destinada a una caja común para hacer frente a las gastos generados por los ladrones encarcelados, en abogados y procedimientos.
Ante estos hechos el día 5 de septiembre se llevó a cabo un primer operativo policial en cuanto a la organización investigada por el Juzgado de Instrucción de Barcelona que permitió la detención de nueve de sus integrantes en Barcelona, L’Hospitalet de Llobregat y Sant Adrià del Besòs, entre los que estaba el líder de la organización.
El mismo día se realizaron entradas y registros en el domicilio que los detenidos tenían en Barcelona y Santa Coloma de Gramanet. Durante las entradas los agentes intervinieron más de 13.000 euros en efectivo, más de dos kilos en joyas de oro, dispositivos electrónicos y gran cantidad de material destinado a forzar cerraduras y abrir cajas fuertes.
Al día siguiente los investigadores llevaron a cabo un operativo en relación con la segunda investigación tutelada por el Juzgado de Instrucción de Gavà y que conllevó la detención de seis personas en Barcelona y Sant Adrià del Besòs y entradas y registros en domicilios de Barcelona, Sant Adrià del Besos y Hospitalet de Llobregat donde también se recuperó material sustraído y herramientas utilizadas para cometer robos.
Trece de los detenidos han ingresado en prisión provisional tras declarar ante el juez, mientras que los otros dos han quedado en libertad con cargos.
La operación continúa abierta ya que las baterías de ladrones tienen mucha movilidad territorial y todavía hay ladrones pendientes de arrestar como consecuencia de las órdenes de detención en vigor por su participación en los hechos investigados.
Fotos: Mossos d’Esquadra