Barcelona 17-4-2018 / Los grupos municipales de la oposición, a propuesta del PSC, han obligado al gobierno de Ada Colau a convocar un pleno extraordinario para debatir la situación de degradación del distrito de Ciutat Vella. La propuesta del PSC cuenta con el aval de los grupos municipales de PDeCAT, ERC, Ciudadanos y PP. La sesión debe realizarse en un plazo máximo de 15 días.
En un comunicado, el portavoz socialista Jaume Collboni, afirma que «estamos ante una crisis de ciudad. Ciutat Vella es el corazón de Barcelona y si no late lo sufren el resto de distritos. Emplazamos a la señora Colau a abandonar la pasividad y a rectificar y que ponga sobre la mesa un plan de acción con medidas concretas y recursos, movilizando todo el potencial del Ayuntamiento de Barcelona». Collboni, destaca que en la petición los grupos ponen a votación la reprobación del Gobierno por su inactividad en el barrio.
Desde el PSC de Barcelona se constata que la situación en el Raval y Ciutat Vella está fuera de control y se le ha escapado de las manos al gobierno. El gobierno no está a la altura ni de las circunstancias, ciertamente difíciles, ni a la altura de la tarea que las entidades y los vecinos y vecinas del Raval están realizando desde hace años.
«Diversas asociaciones de vecinos y entidades se están dirigiendo a nuestro grupo ciertamente preocupados ante la pasividad del Gobierno de Colau para afrontar el problema de cara y en su conjunto. Los problemas del Raval no son sólo los problemas de un barrio de Barcelona, son problemas que ponen en «jaque» el modelo de ciudad. Son problemas de Barcelona», dijo Collboni.
Los socialistas destacan que se está hablando de situaciones graves como la proliferación de ‘narcopisos’, de la explotación sexual ligada a la prostitución en locales y espacio público, de empleos, de falta de vivienda, de inseguridad en la calle , de limpieza o de las situaciones de violencia que se viven en el barrio del Raval y que se están extendiendo como una mancha de aceite en el Gòtic.
«Los vecinos se sienten solos, las entidades desbordadas, la Guardia Urbana se encuentra en una desmotivación sin precedentes y no se siente suficientemente apoyada por su alcaldesa», espetó Collboni tras reiterar que «la seguridad pública es también una prioridad para los partidos de izquierdas. A quien más afecta la inseguridad es aquellos que tienen menos recursos y en los barrios más populares. Queremos barrios dignos y seguros llenos de vida. Si perdemos las calles perdemos la ciudad».
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