Barcelona 17-4-2018 / El Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado inicialmente el proyecto de arreglo y mejoras puntuales en las aceras de la Via Laietana, en el distrito de Ciutat Vella. El objetivo facilitar la conexión a pie entre el barrio Gòtic y el de Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera en un espacio de 3.000 metros cuadrados, que cuenta con un presupuesto de 1,2 millones de euros.
Esta actuación propone, por un lado, dar continuidad a las dos aceras de Vía Laietana a los ámbitos de encuentro con las calles perpendiculares donde queda pendiente hacer plataforma única. Y, por otro, reparar los pavimentos de acera para mejorar la accesibilidad y la movilidad, haciendo también un repaso a los elementos urbanos dañados.
Así, los siete empalmes incluidos corresponden a las intersecciones con las calles Tomás Mieres; Julià Portet y Dr. Joaquim Pou; Jaume I – plaza del Àngel; Princesa; Manresa; Àngel Baixeras; Joan Massana; y Consolat del Mar.
Estas intervenciones buscan mejorar las condiciones ambientales y el uso de estos espacios. Por este motivo, en estos ámbitos se llevará a cabo una urbanización que debe permitir ganar espacio para los peatones, con una configuración similar a la plataforma única y eliminando los bordillos.
En cuanto al arreglo de aceras, se intervendrá en algunos tramos de las aceras donde el pavimento está deteriorado o faltan elementos de seguridad para los peatones, fundamentalmente, encaminamientos y pavimentos especiales para vados. En total, se intervendrá en unos 1.200 metros cuadrados donde se modifica el pavimento existente.
La previsión es que las actuaciones se inicien durante el verano y finalicen en abril de 2019.
Esta actuación es un primer paso en el proceso de pacificación de la vía, que está previsto llevar a cabo durante el próximo mandato. Además, antes del verano está previsto iniciar el proceso participativo con todos los actores implicados que debe permitir definir el futuro proyecto ejecutivo a desarrollar en esta importante arteria urbana de la ciudad y una de las que más impacta en la vida del vecindario de Ciutat Vella, tanto desde el punto de vista de fractura y frontera entre barrios como desde la vertiente medioambiental y de salud.