Ayer, representantes de los ayuntamientos de Barcelona y Esplugues de Llobregat inauguran el carril bici que conecta ambas poblaciones. Esta nueva infraestructura, que supera el gran nudo viario de la Ronda de Dalt (B20) y de la B-23, facilita la conexión del Barcelona con la capital catalana a pie y en bicicleta.
Al acto de apertura del vial asistieron el vicepresidente de Movilidad y Transporte del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), Antoni Poveda, la alcaldesa de Esplugues de Llobregat, Pilar Díaz, y la concejala de Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona, Mercedes Vidal. También estuvo el concejal de Movilidad de Esplugues, Eduard Sanz.
La nueva infraestructura ha costado 1.733.333 euros, de los cuales AMB ha aportado 300.000, el Ayuntamiento de Barcelona 1 millón y el Ayuntamiento de Esplugues, 433.333,33 €. Aparte, la redacción del proyecto y los costes técnicos han ido a cargo de la AMB, con un coste de 174.340 euros.
La barcelonesa Mercedes Vidal explicó que la estrategia ciclista municipal incluye diferentes ejes: generar nueva infraestructura de calidad y segura en la calzada; desdoblar los carriles bici que ya se están quedando pequeños en la ciudad y finalmente, impulsar las conexiones metropolitanas. En este sentido, Vidal afirmó que las posibilidades de la bicicleta no se agotan dentro de la capital catalana y ha puesto en valor la irrupción de la bicicleta eléctrica.
Esta nueva vía tiene una longitud de 890 metros, con espacios diferenciados para peatones y para bicicletas. Aunque la anchura es variable, la mayor parte del camino tiene 4,5 metros de ancho.
Merece destacar que los acabados del pavimento de hormigón, que es de color óxido oscuro para las bicicletas y óxido claro para el espacio del peatón. Respecto de la textura, es rugosa para los peatones y más liso para los ciclistas. En la parte de los peatones, se han creado pequeñas zonas de estancia equipadas con bancos, sillas, papeleras y aparcabicicletas. La vía también incluye un contador de bicicletas, que sumará el número de bicicletas que pasen cada día y las que circulan anualmente.
Este nuevo camino parte del carril bici existente en la Diagonal y que actualmente se termina en el Parque Cervantes. Desde este punto y aprovechando el talud del parque junto a la B-23, transcurre por debajo de la Ronda de Dalt, por encima del ramal de enlace entre la B-23 y la misma Ronda de Dalt, y por un túnel debajo de los diferentes enlaces que hay entre la ronda y la B-23. El tramo finaliza al incorporarse a la acera de la avenida de los Países Catalanes de Esplugues de Llobregat.
En cuanto a la seguridad, se ha instalado a lo largo de todo el trazado las vallas y barandillas necesarias para ofrecer un uso cómodo y seguro para los peatones y las bicicletas. También se ha previsto de una buena iluminación nocturna, con diferentes tipos de farolas y proyectores, para garantizar la accesibilidad y la seguridad de las personas usuarias. El paso inferior bajo la Ronda de Dalt estará iluminado 24 horas.
Además, el proyecto ha permitido mejorar cualitativamente los espacios de las diferentes infraestructuras viarias, ajardinando buena parte de los taludes, muros de los puentes y de los pasos inferiores.
“És molt necessari per a l’estratègia ciclista que existeixin espais ciclables i per vianants segurs que connectin els nostres municipis. Hem de fer un esforç conjunt per planificar aquesta infraestructura de manera que serveixi no només als usuaris d’un municipi sinó a tothom.” pic.twitter.com/4s85rkgWW0
— Ajuntament de BCN (@bcn_ajuntament) 19 de marzo de 2018
Fotos: Ayuntamiento de Barcelona