El Ayuntamiento de Barcelona hace un llamamiento a la ciudadanía para sumarse a la Campanya de Medicaments Solidaris que organiza anualmente la ONG Banc Farmacèutic, y que este año se celebra este sábado 10 de marzo.
El objetivo de esta jornada, que por primera vez recoge aportaciones al Fondo Social del Medicamento creado por esta entidad, es facilitar el acceso a los tratamientos médicos a todas las personas que los necesiten pero que, por motivos económicos, no los tengan garantizados . Este año, las personas voluntarias que colaboran con la ONG ofrecerán cupones solidarios de 2,5 euros a los establecimientos farmacéuticos.
De hecho, el Ayuntamiento se ha comprometido directamente con este fenómeno y desde el 2016 destina una nueva partida específica de 100.000 euros al año en facilitar el acceso a los medicamentos a personas en situación de vulnerabilidad. Lo hace a partir del mantenimiento de dos convenios de colaboración firmados con la misma ONG Banc Farmacèutic, con el fin de facilitar recursos a estos Fondo Social del Medicamento, y también con Cruz Roja, otra entidad que también desarrolla programas de apoyo a personas que requieren ayudas para poder adquirir medicamentos.
El acceso a estos programas permite hacer frente a las necesidades de personas con rentas bajas que no cumplen los criterios legales para la exención del copago farmacéutico, y se vehicula a través de los centros de atención primaria en colaboración con el Servicio Catalán de la Salud (CatSalut). A estas aportaciones hay que sumar las ayudas individuales concedidas desde los Centros de Servicios Sociales municipales, que el año pasado supusieron unos 62.500 euros.
La entrada en vigor de los nuevos copagos farmacéuticos en julio de 2012, en el marco de las medidas aprobadas por el gobierno español para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud, ha supuesto un grave tope para miles de personas que han visto dificultado la acceso a los medicamentos.
Los adultos con una renta inferior a 18.000 euros anuales deben aportar un 40% del precio del medicamento recetado por los profesionales del sistema público, mientras que los pensionistas un 10%. Esta situación ha obligado a las entidades y algunas administraciones a tomar medidas, como es el caso del Ayuntamiento de Barcelona con las ayudas concedidas por los Servicios Sociales y los dos nuevos convenios suscritos en el marco de las acciones recogidas en la Medida de Gobierno de acción Conjunta de Reducción de las Desigualdades Sociales en Salud presentada a finales de 2015.
Un impuesto a la enfermedad
Con todo, el consistorio considera necesario un cambio normativo para paliar una situación injusta que muchos expertos han calidad como un impuesto a la enfermedad. «Es un sistema injusto que pide más aportación a quien está más enfermo», afirmó la comisionada de Salud del Ayuntamiento, Gemma Tarafa. «Supone una tasa adicional sobre algo que la ciudadanía ya paga con sus impuestos. Son necesarios cambios urgentes para que al menos las rentas más bajas queden exentas », añadió.
Todo preparado para la 11ª #CampañaMedicamentosSolidarios.
Alex Brenchat, Presidente de #BancoFarmacéutico, agradeciendo su implicación a Sofía, farmacéutica de la Farmacia Sofía López.
¡Te esperamos hoy de 10 a 14h en las farmacias colaboradoras! pic.twitter.com/Zbg7drPOuY— Banco Farmacéutico (@BF_Esp) 10 de març de 2018