Agentes de Mossos d’Esquadra de Barcelona han detenido a cuatro personas, tres hombres y una mujer, de nacionalidad española y georgiana en el caso de la mujer, de entre los 34 y 38 años, como presuntos autores de varios delitos como robos, estafas hurtos, falsificación de documento mercantil y pertenencia a grupo criminal.
La investigación se puso en marcha a partir de las pesquisas que los agentes del Grupo de Multirreincidentes hacían de grupos que se dedicaban a hacerse pasar por falsos técnicos de empresas de suministros en supuestas revisiones domiciliarias a partir de las cuales aprovechaban para estafar o sustraer objetos de valor a personas de edad avanzada. En octubre de 2017 los policías centraron su actividad investigadora en un grupo muy activo que actuaba en Barcelona ciudad.
Los integrantes de este grupo actuaban siempre de la misma manera y se repartían los roles delictivos: la mujer hacía funciones de operadora telefónica. Llevaba a cabo llamadas para concertar una cita simulando que trabajaba para alguna empresa de suministros con el pretexto de hacer una revisión de mantenimiento periódica. La elección de las víctimas siempre respondía al perfil de una persona de edad avanzada que vive sola y, en algunas ocasiones, que tiene enfermedades de carácter cognitivo como Alzheimer o Parkinson.
El día de la visita se desplazaban al domicilio de la víctima dos o tres de los miembros del grupo, uno de los cuales con funciones exclusivamente de conductor del vehículo que esperaba a que los demás consumaran el delito.
Con el objetivo de no despertar ninguna sospecha llevaban ropa de trabajo con logos y emblemas propios de las empresas de suministros y subían al piso de la víctima. A veces actuaban dos de los detenidos y en otros uno solo. En el primer caso uno de ellos aprovechaba para distraer la persona mientras el otro recorría el piso con el fin de encontrar dinero u objetos de valor. Mientras el otro llevaba a cabo la supuesta revisión y, en ocasiones, utilizaban artimañas como poner un pequeño dispositivo con temporizador detrás del calentador que emitía un ruido acústico con el objetivo de fingir una avería. De esta manera se producía una doble victimización: por un lado, la estafa por una revisión que en realidad no se había hecho y, por la otra, el robo.
En otros casos sólo subía al piso uno de los ladrones. Utilizaba la misma metodología que cuando lo hacían dos de los ladrones. Si por el hecho de actuar en solitario el anciano evidenciaba alguna duda sobre la autenticidad de la revisión o si presentaba alguna resistencia entonces no dudaban en intimidarlo para conseguir su objetivo.
La investigación ha acreditado que el grupo había consumado 21 hechos delictivos, desglosados de la siguiente manera: dos robos con intimidación, cuatro hurtos agravados, dos estafas agravadas, seis estafas leves, cuatro falsificaciones de documento mercantil, un delito de pertenencia a grupo criminal y un delito leve de hurto.
El día 22 de febrero se llevó a cabo el dispositivo policial con dos entradas domiciliarias, una Barcelona y la otra en Badalona. En las entradas los agentes detuvieron a los tres hombres y localizaron 240 euros en efectivo, joyas, teléfonos móviles, cámaras fotográficas procedentes de los delitos; tarjetas prepago, documentación diversa con datos de las víctimas, un ordenador portátil; un arma de fuego con munición del calibre 22, abundante ropa con logos de empresas suministradoras del gas y maletines con kits de falso operario.
Los detenidos pasaron a disposición judicial el 24 de febrero y el juez ha decretado la libertad con cargos para todos ellos, a excepción de la cabeza del grupo criminal, que ya ha ingresado en prisión.