El Ayuntamiento de Barcelona aprobó ayer una moción que pide el acercamiento a Cataluña de los cargos electos Oriol Junqueras y Jordi Sánchez, así como el presidente de Òmunium Cultural, Jordi Cuixart y el exconsejero Joaquim Forn.
El texto hace hincapié en que el alejamiento penitenciario supone «un castigo social que vulnera los derechos reconocidos en el Derecho Internacional y atenta contra los derechos humanos». Por eso defiende que, mientras no se produzca la excarcelación, «y por razones de humanidad, se proceda inmediatamente al traslado» de los cuatro presos en recintos penitenciarios catalanes.
La declaración la firmaron, en la Comisión de Presidencia, el gobierno municipal y los grupos municipales de ERC, CUP, el Grupo Municipal Demócrata y el concejal no adscrito. El texto considera que «la aplicación de una medida cautelar como la prisión preventiva dificulta la normalización de la situación política en Cataluña», lo cual no ha agradado al grupo municipal de PSC, que declinó votar a favor.
El Ayuntamiento de Barcelona, de acuerdo con la moción aprobada, está trabajando con entidades defensoras de los derechos humanos y actores del tejido asociativo y jurídico de la ciudad y de Cataluña en una recepción a los familiares de las personas encarceladas. Esta recepción, que estará presidida por la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau y por el teniente de alcaldía de Derechos de Ciudadanía, Jaume Asens, quiere ser un espacio de diálogo y acompañamiento a las familias ante el que supone la dispersión penitenciaria.
El ex consejero y ex teniente de alcaldía del Ayuntamiento de Barcelona Joaquim Forn, y el ex vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, están en prisión desde el 2 de noviembre pasado. Jordi Cuixart y Jordi Sánchez, líderes de las dos principales entidades de la sociedad civil catalana -Òmnium Cultural y ANC- están en prisión desde el 16 de octubre, acusados de sedición. Hoy, de las cuatro personas encarceladas, dos son diputados electos del Parlamento de Cataluña.