La alcaldesa Ada Colau ha presentado hoy el programa Alojamientos de proximidad Provisional (APROP), que viene a reforzar el Plan por el Derecho a la vivienda y que en una fase de prueba piloto se concreta en tres promociones en las que se construirán en total 92 alojamientos en tres solares, en los distritos de Ciutat Vella, Sants-Montjuïc y Sant Martí.
Las viviendas son prefabricadas, se tardarán unos nueve meses en ser construidas y en su ciclo de vida, de 30 a 40 años, podrán ser trasladadas de lugar una vez. Se proyecta construir 21 alojamientos individuales y 71 dobles (estas últimas con una superficie máxima de 60 m2), en los que podrán vivir unas 250 personas en régimen de alquiler social. La planta baja de los tres edificios se destinarán a equipamiento comunitario. La inversión total de estas viviendas provisionales asciende a 5,3 millones de euros.
Según el Ayuntamiento, este programa no substituye a las promociones que ya están previstas y que supondrán que al final del mandato haya en Barcelona 4.000 viviendas construidas o en proceso de edificación.
El próximo mes de marzo se hará una exposición en la que se conocerá con detalle el proyecto de estos alojamientos prefabricados, que se prevé que estén acabados para final de este año.
Los técnicos del Ayuntamiento se han inspirado en edificios similares de bajo coste que hay en Àmsterdam, Copenhaguen o Vancouver. En la capital holandesa, que visitó hace casi un año la teniente de alcalde de Derechos Sociales, Laia Ortiz, hay en el barrio de Keetwonen más de un millar de alojamientos de este tipo que utilizan estudiantes.
Estas construcciones se han adaptado a las necesidades de Barcelona y se han proyecto pensando que se inserten en el tejido urbano y humano del vecindario más próximo.
Además, el hecho de que estos alojamientos sean transportables permite movilizar una serie de solares que actualmente están vacíos, a la espera de construir los equipamientos para los que están reservados, y que en ningún caso serán sustituidos. Es decir, la nueva medida es un complemento a lo que ya está diseñado o en marcha, pero que por motivos legales y burocráticos no puede entrar en servicio con toda la agilidad que requeriría la situación de la ciudad.
Imágenes: Ayuntamiento de Barcelona,