La plaza Mossèn Joan Cortinas, en el barrio de Bon Pastor del distrito de Sant Andreu, se reformará para mejorar la accesibilidad, la uniformidad de las diferentes zonas, y la integración en el conjunto del barrio.
La reforma urbanística comportará eliminar las escaleras y barreras arquitectónicas existentes para crear una plataforma única en toda la plaza con suaves pendientes. El presupuesto previsto para la obra es de 2.064.414 euros.
El ámbito de actuación tiene una superficie de casi 8.000 m² y preserva, prácticamente en su totalidad del arbolado existente, más de cien unidades. El nuevo diseño de la plaza pretende generar dos grandes espacios con usos claramente diferenciados: una zona de paseo con un área pavimentada con adoquín prefabricado de hormigón, y una zona de estancia y lúdica con el área pavimentada con arena estabilizado. Se crearán parterres con plantación de arbustivas.
Se prevé que la plaza esté rodeada por una acera perimetral de pavimento de losa de hormigón y que en el interior se preserve la zona arbolada con pavimento de arena que incluya la zona de juegos infantiles de 150 m2 delimitada por una barandilla, un área de petanca de 120 m2 con dos áreas de juego, una pista de baloncesto de 20,60m x 12m y una zona de tirolina y juegos infantiles en el extremo este de la plaza.
La plaza también contará con cintas de pavimento podotáctil para invidentes y se prevé una plataforma única en la calle Foc Follet que permitirá el acceso de vehículos particulares a los aparcamientos y los vehículos de mantenimiento y emergencias.
La actuación incluye la reforma del patio ubicado frente al número 29 del Paseo Enrique Sanchis, delimitado actualmente con un muro y una valla. Como el resto del espacio, se suprimirán las escaleras que hay actualmente y se hará una plataforma única incorporando todo el solar al continuo de la calle.
Durante la redacción del proyecto y gracias a la información transmitida por los vecinos del barrio, se ha localizado en el interior de este patio el acceso a un refugio antiaéreo. El refugio antiaéreo, que no será visitable, se construyó durante la Guerra Civil para proteger a los vecinos de la zona y los trabajadores de la fábrica de armamento próxima. Este espacio ha sido reutilizado desde finales de la Guerra Civil, y actualmente acoge el almacén del garaje que se encuentra en la finca.
Imágenes: Ayuntamiento de Barcelona