El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Barcelona no ha conseguido hoy aprobar los presupuestos de 2018 al sumar parte de la oposición más votos en contra que los 11 de BComú. Por tanto, de nada ha servido la abstención de los ediles de PDeCAT y ERC.
Rechazaron los presupuestos Ciutadans, PSC, PP, CUP y el concejal no adscrito Gerard Ardanuy, que suman 16 votos. Sin duda, la decisión del PSC de votar en contra ha sido decisiva para que el presupuesto quede pendiente de una posterior moción de confianza.
El portavoz socialista Jaume Collboni ya anunció ayer que votarían en contra del presupuesto. Dijo que «estos presupuestos suponen una doble claudicación: en proyectos emblemáticos para la izquierda de la ciudad y en claudicar en la lógica independentista, en detrimento de la lógica de ciudad y de las necesidades de Barcelona».
Para Collboni, que Colau hubiese logrado la abstención de PDeCAT y ERC demuestra que «no solo supedita la política barcelonesa a la política catalana y a la lógica independentista, sino que, además, renuncia a proyectos emblemáticos», como la unión del tranvía por la Diagonal.
Por su parte, Sonia Recasens (PDeCAT), dijo que la no aprobación del presupuesto «es el resultado de la equidistancia», del partido de Colau, «de estar alejados de todo y de todos». El PDeCAT se comprometió a abstenerse si Colau retiraba del presupuesto una partida de 400.000 euros para redactar el proyecto de unión del tranvía por la Diagonal.
Alfred Bosch (ERC), acusó a Colau de haber «abdicado de gobernar» y que su partido había mostrado su compromiso con la estabilidad de la ciudad al abstenerse en la votación. ERC apostó por la abstención al renunciar BComú a crear una empresa municipal que ofreciese enterramientos a un precio sustancialmente más económico a los actuales. ERC pactó en contrapartida celebrar entierros sin el servicio de velatorio y tanatorio, pues la empresa municipal Cementerios de Barcelona ofrecería la recogida del cuerpo, el ataud y el traslado al cementerio.
La aprobación del presupuesto queda ahora vinculada a una cuestión de confianza. Ese es el mecanismo previsto por el artículo 197 bis de la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, de Régimen Electoral General. Con este trámite, se abre un plazo de un mes en el que los grupos municipales puedan presentar una moción de censura, que deben firmar un mínimo de 21 concejales (mayoría absoluta) y con un candidato alternativo a la alcaldía. Si pasado ese mes de plazo no se presenta la moción de censura, el presupuesto quedará aprobado automáticamente. Ese fue el mecanismo que permitió en enero de 2017 aprobar los presupuestos del año pasado. Entonces el PSC estaba en el gobierno de la ciudad.