Por cada crucerista que visitó Barcelona en 2016 se generó una facturación total de 518 euros en Cataluña, un 20% más que en 2014. Esta es una de las principales conclusiones que se extrae del Estudio del Impacto Económico de la Actividad Crucerista en Barcelona, impulsado por la Asociación Internacional de Líneas de Crucero (CLIA).
«A la luz de lo reflejado en el estudio, cabe resaltar que la aportación por crucerista crece de manera muy importante, lo que significa una mayor contribución económica para la economía catalana, aunque se mantengan los mismos volúmenes de tráfico», ha destacado el director de CLIA España, Alfredo Serrano.
El estudio ha sido realizado por el Laboratorio de transferencia de conocimiento AQR-Lab de la Universitat de Barcelona y ha contado con el apoyo del Port de Barcelona. Se trata de una actualización del estudio que se hizo en 2014 y permite analizar la evolución de la actividad crucerista en términos económicos. Entre los principales resultados destacan:
1.- Con un crecimiento del 28% de la actividad como puerto base, el Port de Barcelona ha experimentado un salto cualitativo entre 2014 y 2016. El peso de los cruceristas en tránsito ha disminuido y ha aumentado el número de cruceristas de embarque y desembarque -inicio/finalización del trayecto de cruceros-, que son los que generan mayor impacto sobre la economía. Las cifras totales de cruceristas apenas han sufrido variación en los últimos 5 años 2011-16; con un crecimiento anual de menos del 1%.
2.- Los cruceristas generan más impacto económico que el turista vacacional medio. Representando solo el 8% del total de turistas vacacionales, los cruceristas concentran el 20% del gasto total realizado por éstos y el 24% de las pernoctaciones vacacionales en hoteles, siendo en establecimientos de 3’9 estrellas de promedio.
3.- Los cruceros, clave en el desarrollo del turismo norteamericano en Barcelona. Es el turista que más gasto realiza entre las principales nacionalidades que visitan la ciudad. El norteamericano supone el 18% del total de los cruceristas, cuando solo representa el 8% del total de turistas vacacionales en Barcelona.
4.- La actividad crucerista beneficia a todos los sectores económicos. La contribución económica del sector va más allá del gasto de las navieras, de la tripulación o los propios turistas. Casi el 40% de los puestos de trabajo generados y el 55% de la facturación total derivada de la actividad de cruceros se concentran en sectores no vinculados con la actividad turística -tanto sectores de servicios como industriales-.
5.- El beneficio se extiende por todo el territorio. El 73% del beneficio permanece en la ciudad condal. En Barcelona, todos los distritos se benefician, especialmente Ciutat Vella y el Eixample donde los puestos de trabajos generados por la actividad de cruceros equivaldrían al 19% y 14% respectivamente del paro registrado en estas zonas.
7.- El sector de los cruceros es un gran generador de empleo estable. Sin los 6.809 puestos de trabajo generados en 2016 por la actividad de cruceros en la ciudad de Barcelona, la tasa de paro habría pasado del 11,5% al 12,5%; un 1% más.
EscalaBCN, una nueva plataforma online del sector
La aportación que la industria de los cruceros hace a la ciudad de Barcelona es, a menudo, una gran desconocida por los ciudadanos. Es por este motivo que CLIA España ha impulsado EscalaBCN, una nueva plataforma de comunicación digital que nace para dar visibilidad a la aportación que hace el sector en la ciudad y para dar a conocer actividades y propuestas vinculadas al crucerismo.
Con un lenguaje cercano y divulgativo se harán evidentes los beneficios de una actividad que aporta empleo y actividad económica desestacionalizando las visitas a la ciudad. La plataforma, que pretende ser un proyecto colaborativo entre todos los actores del sector, incluirá entrevistas a protagonistas relevantes e historias personales y llegará de forma directa a la ciudadanía a través de redes sociales y diversos canales online.
Fotos: EscalaBCN y Barcelonaaldia.com