La Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB) y Promoción del Transporte Público (PTP) han divulgado un comunicado en el que critican el incremento de las tarifas del transporte público.
Las entidades consideran que «la subida homogénea de las tarifas evidencia un grave problema» ya que el endeudamiento del sistema de transporte público «se tiene que afrontar con medidas que eviten aumentar el alto porcentaje que significan las aportaciones a su financiación que hacen los usuarios a través de la compra de los billetes».
Tras explicar que le transporte público es un gasto importante en la economía familiar, se indica que el encarecimiento del transporte «no ayuda a incentivar el paso del coche privado al transporte público».
Las entidades vecinales y de defensa del transporte público consideran que el Ayuntamiento debe exigir a la Generalitat «que cumpla con la activación de las nuevas formas de financiación que prevé la ley 21/2015 de financiación del transporte público de Cataluña «que graba, a través de varias medidas, a quienes obtienen beneficios de la predominante presencia del coche privado».
En otro párrafo del comunicado subrayan que «la carencia que encontramos en la subida homogénea de los billetes radica en la falta de debate sobre cuál es la política tarifaria adecuada que fidelice a los usuarios habituales del transporte público. Es del todo incongruente que la tarjeta de menos viajes, la T-10, sea con mucha diferencia el título más utilizado».
«Por otro lado, debido de que en la ciudad ha aumentado últimamente mucho los usuarios que son turistas, se tienen que estudiar fórmulas tarifarias para que este sector pague el coste real del transporte sin castigar con subidas a los barceloneses». También, plantea que se recurra a «fórmulas indirectas», como trasvasar dinero de la recaudación de la tasa turística al transporte público».
Críticas de Ciutadans (Cs)
El concejal de Ciudadanos (Cs) en el ayuntamiento de Barcelona, Santiago Alonso apuntó sobre este asunto que «Colau avala y ejecuta un aumento de tarifas diseñado por CiU». Y ha añadido que la alcaldesa de Barcelona «engaña de nuevo a sus votantes incumpliendo una de las máximas de su programa que era bajar el precio del transporte público».
«La movilidad es un derecho que se debe garantizar y eso pasa por tener precios asequibles», ha afirmado Alonso que ha calificado el incremento de un 2% de las tarifas de transporte público de «mala noticia». Alonso dijo que esta medida «perjudica a las familias con menor poder adquisitivo del área metropolitana de Barcelona. Los desplazamientos más largos son los más caros y donde es necesario reducir tarifas para facilitar el acceso a las familias con menor poder adquisitivo». Además, ha añadido que una bajada de precios en este tipo de trayectos permitiría «ganar usuarios con respecto al coche y por lo tanto reducir la congestión y la contaminación».
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